Después de haber sostenido un reclamo salarial durante 28 días y de haber conseguido una recomposición salarial del 35 por ciento, el Sindicato de la Industria de la Alimentación (STIA) volvió a la carga esta semana con una protesta por los seis trabajadores despedidos en la planta de Bagley (del grupo ARCOR) de la ciudad de Córdoba.
Por tal motivo, los trabajadores de la planta de chocolates de Colonia Caroya y de Villa del Totoral se unieron a la protesta que consistió en impedir el ingreso y egreso de camiones a ambos establecimientos, situación que generó el enojo de los transportistas porque les impedían trabajar.
Luis Bazán, miembro de la comisión directiva del STIA, resumió el motivo de la inquietud de los trabajadores: “Interpretó la instuticón gremial que los seis despidos tuvieron una fuerte ligazón con la medida de fuerza llevada adelante el mes pasado”.
La decisión de bloquear el portón de ingreso se realizó para no impedir que la planta discontinúe la producción y con el objetivo de que alguien del grupo empresario retome el diálogo con el que el gremio pretendía la reincorporación de los trabajadores.
Para el STIA, aunque los despidos fueron notificados en sus telegramas con las respectivas causalidades, no habrían existido motivos suficientes como para dejar sin trabajo a personas que cumplían funciones dentro de la empresa desde hacía 14 años o más. “Lo que nosotros vamos a defender a ultranza es que no se quiebre un reclamo con actitudes arbitrarias de parte de quien creyó en su momento defenderse o desvincular a estos compañeros de la empresa”, acotó Bazán.
Respecto de si tenían noticias sobre futuros despidos en las otras plantas, particularmente en Caroya, Bazán indicó: “Hasta el momento, información oficial no la manejamos. Por ende, no hemos hecho ningún tipo de comentario relacionado con una desvinculación. Lo que sí vamos a manifestar con énfasis más que marcado es la defensa a ultranza de los derechos de los trabajadores a los efectos de defender el derecho a manifestar y por qué no a generar una protesta sin que esto sirva de desamparo y que desnude toda la normativa que el sistema promueve”.
El gremio acompañó la protesta de la semana con una entrega de panfletos por las calles de la ciudad y con una marcha en la ciudad de Córdoba que acompañó la Confederación General del Trabajo.
“Hace 27 años que vivimos en democracia y justamente lo que estamos debatiendo hoy es la democracia económica, la acción de distribuición de esa riqueza es la que promueve todos estos encuentros y desencuentros”, concluyó Bazán.
El mismo martes 8 por la tarde, cerca de las 19, las puertas de ARCOR estaban desbloqueadas y los camiones listos para continuar viaje, según lo dispuso la Fiscalía de Instrucción de Jesús María.
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