De la mano del Rotary Club de Colonia Caroya, hace muchos años alumbró la escuela especial que lleva por nombre Instituto Niño Jesús.
Y como toda institución educativa que depende de la Dirección de Institutos Privados de Enseñanza (DIPE), el único sostén económico que reciben del estado provincial es para el pago de los salarios del plantel docente. El resto de los gastos fijos (teléfono, gas natural, energía eléctrica, internet, agua potable, y la remuneración del personal de portería) los tiene que afrontar la comisión de apoyo que forman miembros voluntarios de la comunidad ya que no se trata de una institución con fines de lucro.
¿Cómo sobrevivieron todos estos años? Principalmente, por la generosidad de las instituciones y de vecinos de la zona que han ido aportando y participando de las innumerables actividades que organiza.
¿Qué es lo que ocurre ahora? Sencillamente que los gastos fijos son cada vez más altos -entre cuatro y cinco mil pesos mensuales- y que afrontarlos supone un esfuerzo denodado de la comisión y de los docentes.
Ése es el motivo por el que están diseñando una especie de campaña de suscripción de socios voluntarios que le permita al Instituto Niño Jesús obtener los ingresos suficientes como para no tener que salir a golpear puertas todos los meses.
Hoy, 79 alumnos concurren a clases a la escuela especial y no solamente aprenden las asignaturas comunes a cualquier otra escuela sino que desarrollan infinidad de actividades manuales y recreativas.
Cruzando la calle, tienen el campo de deportes con las canchas de fútbol en las que religiosamente desarrollan actividades deportivas que les sirve para participar de encuentros y olimpíadas. En ese mismo predio tienen un invernadero y una huertas en los que cultivan zapallo, lechuga, acelga, achicoria, y plantines de flores, entre otros.
En el edificio -que está muy bien cuidado, por cierto- llevan adelante un emprendimiento de dulces caseros y tienen clases de artesanías y artes plásticas, y de folklore, entre otros.
El crecimiento que tuvo el Instituto fue notable en la última década y se fue logrando que los papás de los alumnos se integren a la comunidad educativa (el fútbol hizo mucho por esa integración). Pero directivos y docentes quieren seguir creciendo y revirtiendo la escasa imagen negativa que tienen en algunos sectores de la comunidad.
Por eso, enviaron una carta dirigida a las autoridades de las principales entidades públicas y privadas de la zona para solicitarles el acompañamiento que les permita “zafar” de esta contingencia que preocupa.
“ Hoy, a casi 30 años de la creación de esta institución, hemos llegado a una situación verdaderamente crítica, casi terminal, es por eso que apelamos a vuestra conocida sensibilidad social, esperando contar con el apoyo de las instituciones que Uds. representan, para conformar un grupo de Amigos-Socios-Padrinos de La Escuela Especial Niño Jesús, ayudando a nuestros niños con su valiosìsimo aporte, mediante bonos contribución mensuales de $50, $ 100, $150, dejando a vuestro criterio la cantidad con la que deseen cooperar con esta escuela”, señala la carta de la que esperan una respuesta positiva y un compromiso solidario.
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