El padre

Es hora de entender que la figura del “Padre” es vital en la construcción de un yo íntegro porque nos ayuda a ser y crecer.

Por: Juan Manuel García Escalada (Docente y Psicólogo Social)

¿Qué es un hombre?. ¿Aquel que es bien parecido?. ¿Aquel que tiene mucho poder?. ¿Aquel que se acuesta con muchas mujeres?. ¿Aquel que es “ganador”?. ¿Aquel que la “tiene” más gran-de?.
Creo que un hombre llega a serlo, cuando intenta siempre ser un ADULTO.
El gran bardo inglés William Shakespeare expresó: “...la vida es el camino del vivir y del morir, LA ADULTEZ LO ES TODO...”.
El varón conjugará durante su vida un aspecto lúdico que se ha denominado Neotenia: La capacidad de juego siendo ya “grandecito”.
En su inconsciente, todo es un juego que se reviste con características particulares en el sumar de los años. “Traición” que lo involucra en la lucha contra lo adulto, es decir, crecer desde su interioridad. Porque se le ha birlado la capacidad de sentir, de mostrar sus emociones y que, muchas veces, las mujeres no se percatan sobre la importancia de ellas en el diálogo con sus esposos, en la “construcción” de ese futuro hombre.
En los talleres para varones que coordino, hay un aspecto que surgen en ellos, (como corresponde, fui “alumno”, pasé por la experiencia de saber cómo la imagen de nuestro padre deja huellas. Todos los varones terminamos en algún momento con el llanto de historias pasadas) el lamento de aquel padre que “no estuvo”.
Ya había pasado los 40 años cuando sentí que era tiempo de hablar con mi padre. Iba a ser una experiencia hermosa antes de que él o yo muriésemos. Tenía en claro que no sería fácil. Tomé mis cosas y fui un tiempo su lado. Siempre valdría la pena haberlo hecho.
Fueron momentos de dudas, de temores, de sorpresas, de alegrías. Aprendimos juntos y también crecimos juntos. Hablamos. Nos encontramos y nos desencontramos. Mi madre expectante y temerosa era espectadora de ese encuentro. Nunca hubo diálogo entre ellos, porque a ambos no se lo enseñaron. Una familia se hace a partir de dos personas. Personas que crezcan, que se cuestionen, que maduren, que aprendan a ser adultos. Y sólo lo hacemos a partir de decirle al otro/a lo que sentimos, lo que pensamos, lo que creemos. El auténtico amor conlleva amistad, porque ésta implica dialogar.
Las historias de mi padre, sus pequeñas y grandes cotidianeidades, me fueron abriendo o-tros mundos, conectándome con emociones en lo personal. Cuando él murió, sentí el dolor y la tristeza de su partida, pero sentía la paz dentro de mí.
Había comprendido: Padres e hijos se “temen”. Es que las sociedades industriales fueron generando padres e hijos productores. Carentes de afectos familiares y de responsabilidades emocionales para con sus hijos.
Y la tecnología actual, llena de velocidad, de distancias virtuales y también fingidas, ha provocado un vacío en las emociones, que generan despropósitos en los afectos personales. El sentido de ubicuidad se transforma en vorágine donde cualquier relación no resiste ningún anclaje.
¿Qué es un padre?. Un VARÓN ADULTO. Siento y creo que es aquélla persona que cuenta a sus hijos sus historias, sus deseos, sus anhelos, sus sueños. Que se muestra tal cual es. Con sus dudas, sus certezas, sus miedos, sus alegrías. Es aquel que abraza, que enseña límites para ubicar deberes y derechos. Entonces, sus hijos podrán aprender a conectarse con las emociones primeras. Ese niño crecerá y habrá recibido la mejor herencia que todo hombre debiera recibir: La autenticidad de saberse seguro de sí mismo, porque le permitirá enfrentar las diversas vicisitudes que el futuro le deparará. No tuvo que imaginarse nada. Los superhombres son imaginaciones de aquellos que carecen de valor y necesitan crearlos diariamente, aun en cómics y que por perversidad materialista los hacen “muestra” como parte del consumo comercial.
El actor estadounidense Peter Fonda supo decir que su padre, Henry Fonda, el otrora astro del cine americano, antes de morir le dijo:”Hijo te quiero mucho...”, fue para él una experiencia hermosa que supo trasladar a sus hijos y aprender a decírselos.
Ve ahora, diles cuánto los quieres a tus padres, (y a tú padre) y a tus hijos. Si ya no los tienes, recuérdalos y compréndelos. Comenzarás a transitar el camino de la Adultez. ¡ Feliz Día del Padre!.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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1 comentario:

  1. Tus palabras me han conmovido, reflejan una madurez que yo mismo estoy buscando desde hace tiempo. Es reconfortante encontrarse con gente que comparta un punto de vista que tanto me ha costado conseguir, pues refuerza en mi, la idea que “estoy en el buen camino”, pese a los inconvenientes del día a día.

    Yo soy padre, yo soy adulto, sin embargo no paro de crecer.

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