En la ciudad de San Miguel de Tucumán, tuve la oportunidad de asistir a una nueva presentación del grupo Callejeros en el interior del país.
La banda Liderada por Patricio “Pato” Santos Fontanet demostró una vez más que la fidelidad entre sus miles de seguidores y el grupo sigue intacta como lo ha venido siendo siempre, en las buenas y en las malas.
Bastaba con observar cómo durante la tarde gris norteña en los alrededores del estadio tucumano se aglomeraban y estacionaban en fila las decenas de micros que iban llegando de diferentes puntos del país y cómo sus seguidores en cada esquina expresaban el color folklórico rockero, cantando sus letras, desplegando las banderas y alentando a la banda, cinco horas antes de que comience el show.
El reloj marcaba las 23.15 hs y el estadio Central Córdoba era testigo de escuchar la primera estrofa que cantaba Fontanet acompañado por el saxofonista Juan Carbone que con su bandoneón decía: “Tener la oportunidad/ Saber estar más allá/ Tan acostumbrado a no ser/ A desconfiar, A no ganar/”, del tema Tan Perfecto que asusta. Así, le siguieron Puede y Guiños (este último del álbum Escultura) canción que hace referencia a la justicia: “allá por los tribunales hay guiños por todos lados y la estatua de la entrada tiene los ojos tapados/ porque se cansó de ver a quienes hoy, ayer y siempre la están violando”.
La banda de Villa Celina tiene como común denominador que es seguida por sus fans, pero también por simples espectadores y por curiosos ya que, después de cromañón, llevó a que muchas personas prestaran más atención y se volcaran a escuchar su temas y, además, porqué no a seguirlos.
Queda muy claro y se afirma en cada presentación, que si hay algo que identifica a Callejeros es el sentimiento tan hondo con su gente: se pueden ver grupos de jóvenes abrazados y saltando canción tras canción, aquellos que saben todas sus letras completas, padres e hijos sonriendo por alguna canción que los une y los que lloran sin parar por identificarse con algún tema.
Si bien, el “Pato” no hizo ni hace más referencias a lo ocurrido en la tragedia del 30 de diciembre de 2004, los fanáticos siempre tienen un recordatorio para los chicos ya que, a pocos minutos de salir al escenario, se escuchaba cantar: “Hay que saltar, hay que saltar, para los pibes que ya no están”.
Los que siempre tienen presente lo sucedido en República de Cromañon son la mayoría de los medios de comunicación, en el sentido de que en cada cosa que titulan sobre el grupo ponen énfasis en la tragedia y, a veces, muy poco se habla del colorido que rodea a cada una de las presentaciones.
Vale la pena aclarar que Callejeros es una banda que nació a mediados de los 90, si se quiere como muchas otras bandas de barrios contestatarias al menemismo y todo el circo que rodeó esa década. Sus letras son claras pero a la vez con un significado muy profundo, hablando del pibe de barrio, del amor, de la noche y sus vicios, del papel ridículo y tramposo de los medios, entre otras cosas.
El show terminó a pura adrenalina y con uno de sus clásicos como es Imposible. Antes de culminar, se agradeció a los 5000 fanáticos por el aguante constante y sincero; y se anunció que el 10 de julio estarán en Orfeo Superdomo de la ciudad de Córdoba con varios temas nuevos. Por el bien del rock and roll, ojalá que de una vez por todas este grupo pueda volver a reencontrase definitivamente y para siempre arriba de los escenarios y que sólo se hable de música que es lo que saben hacer y muy bien.
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