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Involucran a la comunidad en la resolución de la problemática Vial de Jesús María

En la mañana del jueves, Jesús María lanzó el Observatorio Vial Urbano para que todos los actores involucrados en el sistema vial de la ciudad sistematicen información y procuren acciones para modificar y corregir conductas.

Dentro del marco del Día de la Seguridad Vial, el municipio de Jesús María presentó a la comunidad el proyecto a partir del cual se puso en marcha el Observatorio Vial Urbano, una suerte de órgano consultivo que fue creado por decreto -para otorgarle mayor jerarquía- y que tendrá una conformación de miembros muy amplia: un representante de cada centro vecinal, uno por cada agencia de seguros, uno por cada empresa de emergencias, uno por Bomberos, uno por la Policía, el Juez de Faltas, un concejal por cada bloque, un miembro del Centro Comercial, un miembro de la GUM, y los delegados de la Mesa del Transporte.
Pero también queda abierta la posibilidad de que a cualquier otro vecino que le interese la problemática y lo solicite por nota pueda ser parte integrante del Observatorio Vial Urbano.
En principio, el observatorio tendrá dos funciones básicas: en primer lugar, diagramar un sistema o mecanismo donde se recolecten todos los datos sobre la siniestralidad para poder contar con un mapa de la siniestralidad (dónde y cómo se producen los accidentes de tránsito) y contar con estadísticas. En esta tarea, tienen que involucrarse las compañías de seguros, los Bomberos, las empresas de emergencias, y la Policía. Todavía no está definido cómo ni a través de qué instrumento ni con qué frecuencia se realizará ese relevamiento ya que será algo que deberán resolver en conjunto.
La segunda función está relacionada con el funcionamiento para que sea una organización horizontal, transversal, que tienda a democratizar mediante diagnósticos y debates la problemática vial en la ciudad.
“Tenemos que sacarnos de encima la mentalidad respecto de que el exceso de velocidad ocurre solamente frente a mi casa y que por eso, justo en ese lugar, la Municipalidad tiene que poner semáforos, un agente de control y un reductor de velocidad. No. Es una problemática que ocurre en todas las arterias de la ciudad”, resumió el secretario de Gobierno, Enrique Brizuela, sobre uno de los tantos flagelos viales de la ciudad.
El lanzamiento coincide, casi en paralelo, con la presentación del Programa de reordenamiento del Tránsito Urbano (PRETUR) a través del cual el municipio pretende llevar adelante una serie de acciones que van desde la intervención en la vía pública (cambio de sentido de algunas arterias, pintado de espacios para estacionamiento de motocicletas), más acciones de Educación Vial y de instalación de nomenclatura, y modificación de la legislación para adecuarla a las necesidades actuales.
Sobre este último aspecto, Brizuela señaló: “En este espacio, la intención es que todos podamos hacer el aporte, que todo podamos hacer el debate y que darle casi la forma para implementarlo, ya sea a través de una acción del Departamento Ejecutivo o del Concejo Deliberante”.
Para el municipio también será vital la participación de los comerciantes a través de su cámara ya que muchas decisiones que hay que tomar en la zona céntrica de la ciudad y en las arterias denominadas comerciales (Ameghino, Italia, Pedro J Frías, Bulevar Agüero) necesitan de la connivencia y del consenso de quienes son actores principales ya que su actividad impacta mucho sobre el tránsito.
Las problemáticas son numerosas y se fueron incrementando con el correr de los años, el crecimiento poblacional y del parque automotor, sumado a la falta de mecanismos para que la Educación Vial llegue a todos con idénticos contenidos y exigencias a la hora de sumarse como nuevo actor del sistema de tránsito.
“Como todos estos temas son complejos y van a impactar, la idea es que ese impacto lo absorba toda la sociedad a través de sus organizaciones, que no resulte de la imposición únicamente del estado municipal”, consideró el secretario de Gobierno.
La pretensión es que sea un espacio donde se democratice no sólo el análisis sino también la decisión que se tome para corregir inconductas, trabajo que implicará planificación a mediano y largo plazo.
Pero ¿qué fue lo que disparó la necesidad de crear el Observatorio Vial Urbano? ¿Subió la siniestralidad o empeoró en los últimos años? ¿Es tan complejo que el estado sólo no puede resolverlo?
Hay muchos factores que coincidieron en la necesidad de abrir el juego porque contribuyeron a la actual conflictividad vial. Esa conflictividad devino en parte de la realización de obras que modificaron la circulación, por ejemplo, la ampliación de la ruta 9 que anuló arterias de circulación y generó cuellos de botella como en la calle Ameghino.
El crecimiento del parque automotor es otro de los factores que generó conflictividad y, fundamentalmente, la conducta vial manifiesta en el escaso conocimiento de las normas de circulación que tienen los conductores de cualquier tipo de vehículo.
“Necesitamos involucrar sí o sí a distintos sectores de la comunidad”, concluyó Brizuela. La modalidad de los encuentros será consensuado entre los distintos actores que fueron invitados al Observatorio Vial Urbano que no se limitará al ámbito de las reuniones sino que deberá trabajar diariamente en la recolección de los datos.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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