A lo largo de un año, el municipio de Jesús María logró evitar que 30 mil pilas usadas fueran a enterramiento común y les aplicó un proceso de blindaje económico pero efectivo.
Se trata de la colocación de las pilas en recipientes plásticos y cerradas con tapa (primer blindaje) que, a su vez, se colocan en tambores de metal de 200 litros que se llenan con cemento (segundo blindaje).
Para que el proceso sea completo, restaría realizar una fosa de material donde debieran colocarse los tambores y, recién ahí, taparse con tierra. Lo importante es que este blindaje impide que metales altamente contaminantes de los que están hechos las pilas entren en contacto con el aire, el agua, o la tierra.
José Luis Conte, responsable del área de Bromatología, se refirió a la satisfacción por haber podido instalar el programa y con tan buena recepción comunitaria: “Estamos contentos porque es el segundo año que reiteramos este proceso. La alegría es por saber que uno le tira una idea a la gente y la misma gente comienza a ayudar y la misma gente es la que se concientizarespecto de que al ambiente lo tenemos que cuidar entre todos”.
En los dos años en que se viene realizando este procedimiento, el municipio separó 60 mil pilas que quedaron aisladas de otros residuos que contaminan muchísimo menos que las pilas y baterías.
La estimación que se tiene es que cada vecino utiliza tres unidades de pila por año de modo que los 35 mil habitantes que tiene Jesús María generan más de 100 mil desechos altamente contaminantes. Esto significa que se hizo mucho pero también que queda mucho por hacer.
“Estamos en un porcentaje pero me gustaría llegar al cien por cien de que toda pila que produza Jesús María quede blindada antes de ser enterrada, pero también entendemos que es un proceso que el vecino tiene que ir aprendiendo por qué la pila no tiene que ir al residuo domiciliario ya que es un elemento de alta contaminación”, manifestó el funcionario.
Conte se pronunció a favor de la continuidad del programa e invitó a todas las instituciones que así lo requiera para acercarles los cubiles donde ir colocando las pilas.
La basura informática a otra parte
Paralelamente, se anunció que desde este año el municipio se va a encargar de recolectar también lo que se denominan deshechos informáticos o electrónicos. Esos residuos van a ir a Buenos Aires donde una empresa se encargará de reciclarlos.
Los vecinos que quieran sacarse de encima esos desechos pueden acercarse a la oficina de Bromatología (Yadarola esq. Vicente Agüero) o al obrador municipal (Pedro J Frías, entre Yadarola y Bolivia).
¿Qué puede considerarse como desecho informático? Mouse, teléfonos celulares, teclados, monitores, CPU, impresoras y todo aquel otro periférico que ya no se usa porque quedó descontinuado o porque se rompió y no tiene arreglo.
Se trata de objetos que no se pueden reciclar para uso doméstico porque tienen componentes contaminantes pero hay empresas que se encargan de reciclar las chapas, el silicio, y las plaquetas para otros usos. Muchos de esos componentes vuelven al circuito una vez reciclados.
“Básicamente, tienen metales pesados como cadmio, estaño, y plomo que son metales contaminantes y peligrosos para la vida de las personas porque casi todos esos elementos son cancerígenos”, señaló Conte sobre la composición de los productos informáticos.
realmente esta accioon deberia llenarnos de orgullo???? que lo único que hacemos no es dejarle la tarea a generaciones futuras, tratando de enterrar nuestra culpa com si la tierra tuviera la culpa de verse como una bobeda para guardar nuestros problemas...... es tiempo de que pensemos que es lo mejor para nuestros hijos ,.. no vamos el ahora, veamos el despues y busquemos otras salidas!!!
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