
La banda de Música de la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional tenía una apretada agenda este fin de semana, comenzando por las patronales de Jesús María el viernes, siguiendo por los 40 años de los Bomberos Voluntarios de Jesús María el sábado, y con las patronales de San Antonio de Padua en Caroya este domingo 13 de junio.
Sin embargo, su participación en los encuentros religiosos se restringió a la ejecución de música sacra y a la prohibición para poner en escena el repertorio que los hizo nacionalmente famosos durante los últimos siete días. Y argumentaron un pretexto para no animar la fiesta de los Bomberos.
Ahora parecen haber caído en la cuenta de que el número que se presentó el 23 de mayo en avenida Yrigoyen de la ciudad de Córdoba fue ensayado y aprobado desde la escuela antes de ponerla en escena. No se trató de una improvisación.
Se trató, además, de un repertorio con el que gran parte de la superioridad de la escuela Cabo Raúl Remberto Cuello está de acuerdo y lo aplaude.
Ocurre que en la conducción nacional hay dos o tres comandantes generales que están en la línea sucesoria del número uno, Héctor Bernabé Schenone, que están indignados con lo que hizo la banda y quieren ver sangre.
Al parecer no tomaron apuntes sobre lo que más de 5000 personas dijeron en internet -solamente en Facebook- ni leyeron los comentarios que colgaron en todos los diarios donde se publicó la noticias.
Parece que la cuestión del uniforme y los reglamentos primó antes que el sentido común y la aprobación de la opinión pública. Alguien quiere que ruede una cabeza para satisfacer su necesidad de demostrar quién es la autoridad.
Parecen obviar quienes piensan así dentro de la fuerza que la autoridad no la otorga un uniforme, un nombramiento, un reglamento, o una jineta en los hombros.
Ojalá que la cuestión no pase a mayores ya que para muchos de los músicos integrar la banda no es sólo una cuestión de amor por la música sino que representa un medio de vida que aceptaron desarrollar dentro de una institución castrense que malinterpretó el sentido de la presentación original.
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