El Concejo Deliberante de Jesús María sancionó una ordenanza que habilita al municipio a limitar el consumo de agua potable e, incluso, suspender la prestación del servicio para algunas contravenciones específicas. Antes de proceder a la colocación de cepos para restringir el consumo, la Municipalidad deberá cumplir una serie de actos administrativos, entre ellos, esperar un plazo de 50 días desde el vencimiento de la última factura, y enviar una notificación a los 30 días del vencimiento. La norma que impulsó el gobierno local lo dota de herramientas para revertir la alta morosidad con que cuenta el servicio en la actualidad.
La limitación o el corte del servicio se previó para los siguientes casos, además de deudas: conexiones clandestinas; cuan-do se cambie el destino acordado sin autorización previa; por mal uso, deterioro o deficiencia de las instalaciones internas que perjudiquen el funcionamiento de las instalaciones externas; cuando el usuario descargue en las colectoras cloacales líquidos residuales que no cumplan con las condiciones de vertido establecidos por normativa; cuando por causas imputables al usuario sea imposible tomar estado del medidor durante tres períodos consecutivos; y cuando se detecte que los desagües pluviales estén conectados a las colectoras cloacales.
Quedaron exceptuados de la ordenanza los hospitales, sanatorios o clínicas, públicos o privados, establecimientos educativos, edificios de seguridad pública, cárceles y otras instituciones públicas o privadas que por su finalidad lo considere pertinente la autoridad de aplicación.
También quedó en manos del Departamento Ejecutivo la posibilidad de exceptuar de la medida a los usuarios de manifiesta falta de solvencia económica, previo informe de las trabajadoras sociales, para eximirlos, otorgarles plazos de gracia, o planes de pago especiales.
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