El intendente Gatica se refirió al cambio climático durante la inauguración del período de sesiones ordinarias del cuerpo de ediles y se disculpó con los vecinos por las molestias que ocasionaron las lluvias.
Con un discurso que en su primer tramo se caracterizó por un sentido autocrítico, el intendente Marcelino Gatica dejó inaugurado el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante y se refirió a las principales obras y mejoras que encarará el municipio a lo largo del año.
Gatica comenzó diciendo que la apertura de sesiones de este año le hacía recordar a la de 2007, momento en el que el país entraba en un ciclo económico virtuoso de la economía internacional y donde todo parecía indicar que Argentina estaba envuelta en un proceso de crecimiento continuo. Pero hechos propios de los argentinos hizo que el país volviera a dividirse en todo-nada, Boca-River, amigo-enemigo, y que tales anhelos no se concretaran y que se dañe el tejido social en todos los pueblos.
“Para quien tiene la oportunidad de administrar una ciudad como Jesús María, que es un orgullo enorme, es un placer saber que este grave problema que aflige y aqueja a la Argentina no nos toca porque hemos sabido encontrar espacio para la discusión y para el encuentro”, reflexionó el jefe comunal lamentándose de que no ocurra lo mismo a nivel nacional.
Gatica resaltó los avances que hubo en materia de regionalización con los vecinos de Caroya, Sinsacate, y Vicente Agüero, momento en que también elogió a los responsables de la conducción de dichas localidades. Y dedicó un párrafo especial a los responsables de las instituciones intermedias por su labor a la par del estado municipal.
Disculpas a los vecinos
Después de elogiar la ejecución presupuestaria de 2009, el jefe comunal puso el acento en las consecuencias del cambio climático que ya se está viviendo en la zona y lo ejemplificó con el nivel de lluvias del último trimestre. Del 18 de diciembre de 2009 al primero de marzo de este año, llovió en la zona casi lo mismo que la media anual que tiene la ciudad.
“Se hace muy complicado tener armado, después de tanto tiempo de desinversión pública, sistemas de drenajes pluviales que contengan semejante cantidad de agua. Y el agua anegó sectores importantes de la ciudad. Nos tocó ver, sufrir y tener que pedir muchas veces disculpas a los vecinos que padecieron serios problemas”, dijo Gatica antes de añadir: “A cualquier vecino lo toca, a cualquier vecino le duele, y a quien tiene la responsabilidad de gobernar hasta lo llena de vergüenza por la impotencia de no poder resolver cuestiones que realmente duelen fuertemente”.
“Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir de nuevo disculpas a los vecinos que han tenido serios inconvenientes y quiero que sepan que para nosotros es una deuda pendiente que vamos a saldar”, remató.
El intendente reconoció que la solidaridad de la gente fue una pata importante en la resolución de algunos problemas y también reconoció que se tomaron decisiones de coyuntura hasta tanto concluya el período de lluvias antes de encarar algunas obras indispensables.
En ese momento, el intendente mencionó el trabajo que encararon junto a la Sociedad Rural y los consorcios de protección hídrica de la zona para diagnosticar qué tipo de intervención habría que hacer sobre la cuenca del río Jesús María para evitar inundaciones y mitigar algunos de los problemas que viene generando el cambio de la cuenca.
Gatica aprovechó el segmento para referirse al puente caído y para señalar que hubo concurrencia de responsabilidades o de irresponsabilidades en algunos estamentos de gobierno. Y tiró un palo al gobierno provincial cuando casi les inicia un proceso penal por encarar trabajos de limpieza de la cuenca del río sin los permisos correspondientes.
“Nos cuesta mucho a los gobiernos locales lograr que la autoridad provincial a cargo de los recursos hídricos asista técnicamente para poder encarar los problemas que tenemos”, afirmó el jefe comunal.
De inmediato, ofreció un dato: todos los trabajos de defensas sobre el río Guanusacate serían insuficientes si llovieran 200 milímetros en las dos cuencas principales del río porque formarían un frente de agua de 40 metros por diez metros de alto por segundo. Para contener eso, habría que duplicar las defensas, construir una muralla en el tramo urbano para contener eso.
Por tal motivo, el trabajo de diagnóstico que están haciendo con la Sociedad Rural tiene como objetivo planificar obras previas al ingreso del agua a la ciudad. Para que el agua salga en mayor tiempo del que viene.
La cuenca del río tiene 80 mil kilómetros cuadrados, según el dato que aportó Gatica, de los cuales la mitad se usa para producción agropecuaria y otro tanto se quemó durante los incendios de 2008. La velocidad con que viene el agua ahora es mucho mayor a la que se viene registrando en los últimos 50 años.
“El problema está, hay que convivir con él, y hay que tomar las medidas necesarias para evitar que tengamos que padecer los problemas que tenemos ante cada inicio del período de lluvias”, concluyó sobre el tema el intendente antes de repasar otras obras que hará en 2010.
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