El presidente del Festival de Doma señaló que en la pasada edición se gastó menos que en la de 2009 y que eso repercutirá en más utilidades para las escuelas como había sido su promesa antes de asumir la presidencia.
El 31 de marzo cierra el balance de la edición 2010 del Festival de Doma y Folklore y la duda que se plantea es si el Festival de Doma y Folklore podrá cumplir la promesa que le hizo Hugo Baldo a las escuelas de abaratar los costos del Festival y entregar mayores utilidades. “Menos en ladrillos, más para las escuelas” sería el eslogan con el que podría resumirse la promesa que hizo a Baldo presidente. ¿Se podrá cumplir?
“En términos generales, la hemos cumplido bastante bien. En gastos de artistas fue algo menos que el año anterior y logramos bajar costos en el tema caballadas. Y, particularmente, logramos bajar los gastos “generales” que se hacían a veces muy onerosos”, señaló Baldo al comienzo de la charla con Primer Día.
Baldo cree que si no hubiesen tenido dos días difíciles como los que tuvieron –uno cuando se murió el jinete Alfredo Spíndola y otro el día siguiente a su muerte- iban a llegar con la misma cantidad de público o algo más que en 2009 lo que sumado al incremento en el precio de las entradas hubiese derivado en ganancias aún mayores
Pero el balance general del presidente de la comisión es positivo: “Estamos muy conformes con los números que tenemos porque las ventas publicitarias y las colaboraciones del gobierno de la provincia, del municipio, y de la nación fueron buenas y nos permitirán repartir más dinero que el año pasado”.
A la fecha, el festival ya repartió 500 mil pesos a las escuelas a fines de enero y esa cifra representa más que lo que se repartió el año anterior donde la cifra fue de 450 mil pesos. De la nación vinieron 350 mil pesos, la Municipalidad les añadió 200 mil pesos, y eso que ya estaba en caja fue lo que los llevó a animarse a repartir el medio millón.
Aunque falta algo para cerrar el balance de la edición, creen en la comisión que el monto final a repartir va a ser importante. Paralelamente, Baldo asegura que la fiesta gaucha minimizó los canjes publicitarios al mínimo. “No hemos aceptado tanto canje –aseguró- y hemos hecho los justos y necesarios como ser el canje de un tractorcito para cortar el césped y recibimos una tolva que ya está a la venta para transformarla en dinero. Lo demás ha sido algún canje con empresas de transporte pero lo demás lo hemos cortado totalmente”.
La hora de la autocrítica
Durante la semana, la Comisión Directiva del Festival se reunión bastante fructífera con la mayoría de las directoras donde cada secretario hizo su informe sobre lo que hicieron bien y lo que hicieron mal durante la pasada edición. “Porque no es cuestión de contar que todo lo hicimos bien porque en algunas cosas de tantas nos tenemos que equivocar, seguramente, y vamos a tratar de corregirlas al máximo”, relató Baldo.
La expresión suena extraña porque la mayoría de las comisiones omite en los balances reconocer sus errores y eso impide que se corrijan más adelante. Si los festivales son exitosos en lo económico, tienden a minimizar o a tapar lo que se hizo mal, como bien señala Baldo: “Si no tuviésemos errores sería sospechoso. Por eso les había pedido especialmente a los secretarios que hicieran el informe pero les dije que no quería que pongan exclusivamente lo que salió bien. Lo que salió mal también díganlo, aclaremos un poco, porque son cosas que pasan en todas las grandes empresas y creo que eso ha pasado y va a seguir pasando toda la vida”.
Sobre el final, el presidente de la doma dejó entrever que las utilidades estarían orillando el millón de pesos y que en el próximo balance aparecerán los números sobre el estado en que recibió las cuentas del festival antes de encabezar la comisión.
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