Promovieron mensajes en contra de las drogas en secundarias de Jesús María

Desde hace tres semanas, alumnos de los colegios de Jesús María vienen elaborando mensajes contra las adicciones que se pintarán en pasacalles que el municipio colocará en las inmediaciones de colegios y lugares estratégicos de la ciudad.

Con la intención de fortalecer una sociedad internacional libre del abuso de drogas, la Organización de las Naciones Unidas declaró el  26 de junio como  el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, bajo la resolución 42/112, de 1987.
Acompañando esa declaración, el programa Jóvenes Saludables que depende  de la Subsecretaría de Desarrollo Humano de Jesús Maria organizó para este martes 26, una  actividad con  alumnos de instituciones educativas de nivel medio invitándolos a participar de la elaboración de uno o dos  mensajes referidos a la prevención de drogas con la consigna “¿Y vos qué pensás, y vos qué sentís y vos qué decís?”
Desde Jóvenes Saludables, se consideró oportuno habilitar la palabra de los jóvenes y conocer las representaciones, prácticas, códigos y creencias de los estudiantes, incorporando las nociones de consumo en el goce del derecho a una vida saludable, reconociéndolos como protagonistas en la construcción de un proyecto personal de vida que incluya el estar sano.
El objetivo de la actividad es lograr la sensibilización y concientización de la población en general acerca de esta problemática social.

Un mensaje claro
El equipo técnico de Jóvenes Saludables que integran Patricia Almirón, Nancy del Zoppo, y Alejandra Banchio, diseñaron una actividad para que los alumnos de los colegios secundarios reflexionen y hagan reflexionar a la comunidad sobre los peligros que acarrea el consumo abusivo de sustancias psicoadictivas.
Paralelamente, compilaron información y la organizaron para difundirla en nuestra comunidad. En el escrito, se señala: “El notable incremento de las adicciones que se registra en la actualidad es facilitado, sin duda, por la enorme y variada sobreoferta de drogas”. Y añaden: “La droga se ha constituido en un peligroso acompañante de nuestros adolescentes y jóvenes en los distintos escenarios que frecuentan: la escuela (primaria y secundaria), la universidad, el trabajo, lugares de recreación tales como espectáculos deportivos y boliches bailables, entre tantos otros”.
Las profesionales del programa municipal consideraron que la droga no distingue zonas geográficas, barrios ni clases sociales. “Consume tanto el rico como el pobre, el que trabaja como el desempleado. Los factores de riesgo y la cultura de la droga no discriminan”, señalan.
Obviamente, que no le endilgan toda la culpa a la droga y reconocen que intervienen cuestiones familiares, sociales y de personalidad, que se entrecruzan y pueden encaminar hacia el desarrollo de una adicción.
“Cuando un adolescente comienza a consumir drogas, lo está haciendo porque: trata de huir de un conflicto, para pertenecer a un grupo, para llamar la atención, como modo de diversión. De allí la importancia de que esa situación conflictiva pueda ser identificada correctamente en cada ámbito que frecuentamos”, señaló Patricia Almirón, una de las coordinadoras del programa.
Las drogas no tienen un significado propio sino en relación a la cultura en la que sus consumos se instauran.  Cuando las sustancias forman parte de la idiosincrasia de una cultura, y están socialmente aceptadas, el uso se vive con tal naturalidad que la percepción de riesgo queda disminuida hasta tal punto que sólo es palpable cuando el problema ya es muy grave.
“¿Será esto lo que está ocurriendo en nuestra comunidad sobre todo con el alcohol? La convivencia con las bebidas alcohólicas se ha modificado y  es resultado de un contexto especifico”, agregó Almirón.
El escrito pone énfasis también en la peculiar situación del alcohol en nuestra sociedad porque puede, sin embargo, confundir a nuestros jóvenes al constatar la diferencia entre el mensaje que un adulto (su padre o su madre) le transmite sobre el alcohol, y la conducta que mantiene al respecto.
“Es importante comprender que nuestro propio consumo de alcohol condiciona el punto de vista de nuestros jóvenes, y sus actitudes hacia ésta y otras drogas”, deja en claro el informe.
 Específicamente en nuestra sociedad el alcohol y la nicotina  son las drogas de mayor y más grave incidencia  seguida de del abuso de psicofármacos y por último el consumo de sustancias de carácter ilegal.
“Queda claro que mas allá de todas las sustancias que se consumen, la droga de la nocturnidad es prioritariamente el alcohol. Y que en su dinámica de distribución vínculo y consumo, el mundo adulto lleva la mayor parte de responsabilidad. Nadie con responsabilidad y compromiso social puede mirar para otro lado y menos aún bajar los brazos en la lucha contra las drogas, concluyó Almirón en vísperas de celebrarse  el Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico de drogas, oportunidad propicia para reflexionar.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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