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Sigue la incertidumbre entre los obreros del ex frigorífico Col-Car

La última faena fue el 4 de marzo y la planta sigue paralizada sin señales sobre cuándo podría restablecerse allí el trabajo. Cobrarán un subsidio de 2400 pesos por seis meses.

Marchas por el centro, audiencias con autoridades municipales, encadenamientos frente al frigorífico... los obreros del frigorífico JBS (ex Col-Car) vienen llevando adelante protestas de toda naturaleza pero el resultado sigue siendo el mismo: nadie les puede asegurar cuándo volverán a trabajar y recuperar la tranquilidad que han perdido.
Los empleados que llevan entre 20 y 30 años allí son los que más miedo tienen porque el trabajo en la faena de animales es durísimo y muchos de ellos han visto deteriorada su integridad física. Si se quedan sin ese trabajo, ¿dónde los tomarán a los que tienen cerca de 50 años o más y no pasarían un apto físico?.
La imagen durante la última protesta que tuvo lugar el viernes en la puerta de la planta lo decía todo: eran esos rostros trajinados por la incertidumbre y el cansancio, mientras esperan que el conflicto con el sector se destrabe y les permita alcanzar la capacidad de faena que tiene la planta y que es de 650 animales.
Carlos Quinteros, delegado sindical del frigorífico, le puso palabras a la angustia: “Lo más preocupante es que no hay perspectivas de que se vaya a solucionar algo a corto plazo. Esto nos va a llevar más tiempo de lo que nosotros creemos. La realidad te dice que esto no se va a solucionar de un momento para otro”.
Quinteros reconoció que los directivos de la empresa no han dado vueltas sobre los motivos por los cuales se produjo este parate. Por una parte, no consiguen animales para faenar y, paralelamente, no le dan los números con los precios de exportación, máxime teniendo en cuenta que el gobierno nacional tiene restricciones con las exportaciones cárnicas.
“Entonces -añadió Quinteros- han decidido cerrar la planta hasta que puedan trabajar con una faena que les permita cerrar los números”.
Ni bien iniciado el conflicto, la conducción empresaria había planteado la necesidad de producir algunos retiros voluntarios con los que la planta se quedaría con menos de 300 empleados contra los 350 que tiene actualmente.
Hasta junio, JBS les garantizó el cobro de la garantía horaria - el 70 por ciento de sus haberes- y tienen el compromiso del gobierno provincial de pagar subsidios de 2400 pesos hasta un máximo de seis meses.
En este caso, independientemente la pulseada entre el Estado y las industrias del sector, la variable de ajuste fueron los obreros que no saben cuándo se reactivará el frigorífico y necesitan señales sobre lo que les depara el futuro.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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