Una dirección de novela

El proceso del Dirección debe tener un alto impacto en la conducta de los subordinados, generando la motivación adecuada para que se obtengan los resultados deseados.

Por: Germán Amurri (Lic. en Administración, Contador Público, Auditor Interno ISO 9001:2000 y Profesor.  Director de la consultora ABC + 1).

La propuesta de hoy va a variar sutilmente frente a otras columnas que escribí en ediciones anteriores. Hoy, haremos un breve análisis de un fragmento de la obra literaria Moby Dick  del escritor estadounidense Herman Melville publicada en 1851. El sentido es hacer un correlato entre lo acontecido en la novela y lo que debería ocurrir en las Organizaciones de nuestra zona.

Fragmento del relato de Moby Dick
“Al alba tres vigías frescos volvieron a trepar a las cofas.
-¿Ven algo? -pregunto Ahab (Capitán del Barco), después de esperar un rato para que la luz se extendiera sobre el mar.
-Nada, señor.
-¡Todos a cubierta! ¡Desplegar las velas! Avanza mucho más rápido de lo que creía (1). ¡Los juanetes! Debimos dejarlos durante la noche.
El Pequod (Nombre del Barco) se lanzó adelante con una impetuosa acometida.
-¡Allí va! ¡El chorro! ¡El chorro! ¡Derecho por proa! -fue el grito que llegó desde las cofas.
-¡Si! -exclamó Stubb (Piloto del Barco)- ¡Lo sabía! ¡No te escaparás! ¡Sopla y arroja tu chorro, maldito cachalote! ¡Sopla hasta que te revienten los pulmones! ¡Te persigue el mismo demonio! Ahab hará correr tu sangre con la misma facilidad con que un molinero abre la compuerta de un arroyo.
Las palabras del piloto expresaban lo que sentía casi toda la tripulación (2). El frenesí de la caza se había apoderado de todos. Y si antes algunos hombres habían ocultado sus temores y malos presentimientos por el temor reverente que les inspiraba Ahab, ahora parecían liberados de esos oscuros temores. La mano del destino les había arrebatado el alma, y sus corazones habían sido estimulados por los peligros del día anterior, la espera incierta de la noche y la persecución obstinada y audaz del barco en pos de la presa fugitiva.
Esos treinta hombres se habían convertido en uno solo (3). Así como el navío estaba construido de materiales muy diversos que se combinaban para construir un solo casco concreto, equilibrado y dirigido por la larga quilla central; del mismo modo, todas las características individuales de la tripulación -el valor de éste, el temor de aquél, la culpa y otras facetas humanas- estaban fundidas en una unidad y se dirigían a la meta fatal que Ahab, su único señor y su quilla, les señalaba (4).

Análisis del fragmento
Esta novela trata de: la caza de ballenas, la vida de los marineros de esa época, la mirada sobre los cetáceos y de la venganza que moviliza la conducta de una persona hacia objetivos determinados. Más allá de que estoy en desacuerdo con la caza de ballenas y con la venganza, creo que este relato nos puede enseñar algunas pautas sobre la vida de las Organizaciones a las que nos toca pertenecer.
Un director (o como se llame su cargo dentro de una Institución) debe infundir una comunicación y un sistema de incentivos que logre que todos los comportamientos e ideologías del recurso humano de la Organización se direccionen a obtener un resultado específico, que llamamos objetivo. Esto logró el Capitán Ahab haciendo que su tripulación se encaminara hacia la caza frenética de la tan famosa Ballena.
Lograr este cometido, en los tiempos que corren, es un trabajo minucioso que debe hacerse con creatividad y perseverancia, como está retratado a lo largo de este clásico libro. Algunos aspectos que fueron claves en la concreción de los acontecimientos fueron:
  1. Fuerte liderazgo: que el ejercicio de la autoridad sea un hecho coordinador y orientador del rumbo organizacional, teniendo en claro que uno de sus principales roles es ser un intérprete de la realidad que se presenta.
  2. El sentimiento de pertenencia: todos los integrantes del Pecud se sentían parte importante en la ejecución de la caza, haciendo suya una venganza que pertenece a otro.
  3. Patrón Integrado de Comportamiento: todos los esfuerzos se encauzan hacia un mismo fin, sin importar los sacrificios que conlleva tal acción.
  4. Unidad de Objetivos: existe una supremacía del interés general ante que el interés particular, entendiendo que lo general tarde o temprano me beneficiará de alguna manera.
Creo que estas líneas pueden ser útiles para que todas las Organizaciones evalúen si estos factores atentan o no contra su salud y supervivencia, pudiendo ser claves para desarrollar una dirección con éxito en el rubro que sea. Quizás lo más interesante está al término de la obra literaria, pero los finales de las novelas no se cuentan, se LEEN… ¡Buen domingo!


Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

Related Posts:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.