Por: Rodrigo Chaves (integrante de “Ciudad Jardín” un programa de ecología urbana que se transmite por Radio La Ronda (FM 95.1) todos los lunes de 20 a 22)
La actual crisis de agua que vive la humanidad se replica en nuestros pueblos.
En Colonia Caroya, la sociedad se ha unido para defender este tesoro que nos brinda la tierra desde sus cercanas profundidades.
Nuestro pueblo, que desde hace más de ciento treinta años trabaja en el suelo para lograr el milagro del vino y los alimentos sanos y frescos ha alzado la voz a través de sus gobernantes y diferentes fuerzas políticas, pero por sobre todo a través de los genuinos hombres de campo, pequeños productores, que desde hace unos años se están organizando para distribuir y aprovechar mejor el agua de riego.
Por estos días se ha conformado la Mesa del Agua de Colonia Caroya. En la Mesa, se pretende organizarnos como ciudadanos para proteger el agua que la naturaleza generosa le presta a los caroyenses.
Desde el programa de radio "Ciudad Jardín" celebramos que tengamos Mesa del Agua y deseamos que esta mesa tenga muchas patas, muchas más que cuatro.
Que en la mesa del Agua estén todos invitados y que alrededor de la mesa compartamos nuestras ideas solidarias para salvar el agua de cualquier emprendimiento de lucro insaciable.
Pongamos sobre la mesa que desde hace muchos años hay ineficiencia de los gobiernos para la gestión del agua de riego.
Pongamos sobre la mesa que la Cooperativa de Servicios Públicos tampoco protege las fuentes de agua como podría hacerlo.
Pongamos sobre la mesa que la mayoría de los habitantes de la zona urbana somos indiferentes a las acequías que cruzan la ciudad y no colaboramos en mantenerlas limpias.
Pongamos sobre la mesa que muchos propietarios de tierras de la zona rural no valoran el tesoro de tener riego y se dedican a cultivos como la soja o el maíz que arruinan los suelos y contaminan el aire y los canales de agua.
Pongamos sobre la mesa que hay empresarios del agro que realizan perforaciones enormes y extraen el agua indiscriminadamente con grandes bombas i-nundando campos de trigo u otros cultivos extensivos sin ningún tipo de control.
Pongamos sobre la mesa que es urgente perfeccionar el sistema de riego rural para aprovechar gota a gota esta agua que es de todos.
Pongamos sobre la mesa nuesta falta de sensibilidad ecológica, nuestra falta de previsión y también, por qué no, nuestra ignorancia.
Pero, ante todo pongamos sobre la mesa del agua nuestra unión, nuestra solidaridad, nuestro sacrificio y todas las ideas y gestos para que el agua nos sobre verdaderamente, para que algún día cercano seamos una fuente maravillosa que pueda compartir el agua con todos los pueblos dignos que sufren de sed y de-sesperación al ver que la vida se les está secando.
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