Es digna de conocer esta singular exposición artística que cobra vida en las profundidades del bello Mar Caribe.
Las esculturas del inglés Jason de Caires Taylor se caracterizan por su estilo original que raya en lo extraño y sin embargo son bellísimas. Pero el trabajo que lo llevó al reconocimiento internacional, fue la creación del primer parque de esculturas submarinas del mundo ubicado en la isla Grenada, al sureste del Mar Caribe. Este trabajo lo realizó en las profundidades de la isla en el año 2006. La idea es que con el paso de los años se transforme en un coral artificial.
Lo que mas asombra de su arte es la armonía con que se mezcla con la naturaleza, sin dañarla ni contaminarla. Este artista británico pasó gran parte de su infancia en Malasia, donde aprendió a cuidar y valorar el ecosistema acuático. En su etapa más adulta se desempeñó como instructor de buceo en diferentes países, y fortaleció su conciencia medioambiental, que se refleja en su obra. En 1998 tras graduarse del London Institute of Arts, comenzó plasmar su ideología ecológica en su trabajo artístico.
Las esculturas submarinas reflejan su propia experiencia; al respecto comenta: “Tuve muchos cambios desde temprana edad, porque mi familia se mudó de un entorno cultural a otro. De ahí mi fascinación por la forma en que cambian los objetos cuando se alteran los paisajes y el contexto en el que se encuentran”.
Sus esculturas han tenido excelentes críticas, ya que los entendidos han dicho que exploran el arte moderno y el medio ambiente. También las han catalogado de “esperanzadoras”, porque promueven la necesidad de proteger el mundo marino.
Fascinación y conciencia por el medio ambiente
Es precisamente esta razón es la que motivo a de Caires a realizar su obra en las profundidades del mar, pues ha asegurado que actualmente un 40% de los arrecifes del mundo han sido destruidos por el hombre y se debe tomar conciencia urgente, porque de seguir así los niños de generaciones futuras no tendrán la posibilidad de conocer estas maravillas naturales.
La finalidad de que las esculturas estén bajo el mar Caribe, es que con el paso de los años se vuelvan arrecifes en donde las especies marinas construyan su hogar.
El artista también explica que “la experiencia de estar bajo el agua es muy diferente a la de estar en tierra firme. Las consideraciones físicas y ópticas son distintas. Los objetos parecen 25% más grandes en el agua, además constituye un medio maleable que ofrece al espectador una gran gama de ángulos y perspectivas para apreciar las esculturas”.
Asimismo, destacó que los colores se alteran cuando el agua absorbe la luz que proviene de la superficie y al llegar a lo profundo del océano se producen efectos caleidoscópicos que son controlados únicamente por el movimiento del agua, las corrientes y la turbulencia.
Arte y naturaleza en perfecta armonía
Jason de Caires Taylor ha ganado reconocimiento internacional por sus obras, las que ya han aparecido en más de 1000 publicaciones de todo el mundo, incluyendo National Geographic, Vogue, USA today, la BBC y la CNN, además de apariciones en varios canales de televisión.
Actualmente es director artístico del Museo Subacuático del Arte (MUSA) en Cancún, México, del cual también es fundador. Al mismo tiempo trabaja en un nuevo proyecto de esculturas submarinas, pero está en busca de patrocinadores y un lugar donde ubicarlas.
Sobre el artista
Jason de Caires Taylor (nacido el 12 de agosto de 1974) es un escultor inglés que se especializó en la creación de esculturas submarinas contemporáneas que con el tiempo se transforman en arrecifes de coral artificiales.
Taylor integra sus habilidades como un ecologista, fotógrafo submarino e instructor de buceo para producir instalaciones únicas que animan la residencia y el crecimiento de corales y vida marítima.
Su trabajo temprano incluye Vicisitudes, Filón de Gracia, el Corresponsal Perdido y la No Naturaleza Muerta. Todos fueron localizados en el primer parque de escultura submarino público del mundo en la Bahía Molinere, Granada, Antillas, en 2006. Su proyecto más ambicioso hasta ahora es la creación del museo de escultura submarino del mundo más grande, MUSA, situado de la costa de Cancún y la costa occidental de Isla Mujeres. Los Trabajos en el mencionado museo incluyen Hombre en llamas, La Jardinera de la Esperanza, El Colecionista de los Sueños, y La Evolución Silenciosa.
El agua hace que las esculturas cambien su aspecto porque en el agua el movimiento tridimensional es realzado, mientras los objetos parecen más cercanos. Así, Taylor cree que el potencial de inspección es amplificado multiplicando el número de ángulos para ver las figuras que, por lo tanto, aumentan la experiencia total del descubrimiento de su trabajo en un enorme océano. En una entrevista con la Revista del Buzo, comentó: “la flotabilidad y la ingravidez permiten una experiencia física separada, esto es, perceptual y personal. Ellos reforman y redefinen el paisaje submarino de modos imprevisibles”. En los últimos cinco años, Taylor ganó reconocimiento mundial para asimilar su arte con la conservación de la vida Marítima. El objetivo detrás de estas creaciones vivas artificiales es descargar a turistas lejos del arrecife de coral natural que sufren ya efectos de contaminación marítima, calentamiento global y sobrepesca.
Fuente: Alto Nivel / www.altonivel.com.mx
Panorama Deportivo
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Las esculturas submarinas de Jason de Caires

Claudio Minoldo
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