El concierto aniversario de la Banda de Música de Gendarmería en el teatro San Martín de Córdoba fue a beneficio del comedor El Gaby y los asistentes al evento entregaron alimentos no perecederos que dejaron satisfecha a la pareja que conponen Alicia y Sergio Luna.
Es que juntaron cerca de 300 kilos que les ayuda a paliar las necesidades de sostenimiento del lugar que con tanto sacrificio emprendieron en noviembre de 2001.
“Gracias a Dios, siempre que se hicieron eventos tuvimos buena respuesta de la gente, aunque era la primera vez que íbamos a Córdoba y nada menos que con la Banda. Realmente, fue impresionante y logramos juntar un poco más de 300 kilogramos de alimentos”, narró contento Sergio.
En la cocina diaria, el comedor utiliza entre 12 y 15 kilogramos de fideos, de modo que lo que recolectaron les ayudaba para unas 3 semanas. Azúcar utilizan unos 10 kilos por semana en la copa de leche y lo recolectado también les ayuda a descansar del pedido por un par de semanas.
Actualmente, 70 chicos concurren a la hora de la merienda para la copa de leche, y 160 personas concurren a retirar su vianda en el horario del comedor. Al principio, colaboraban en el servicio de mesa beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar pero cuando ese plan se cayó, el comedor se quedó sin la posibilidad de hacer funcionar el comedor y se optó por preparar la comida y entregarla a cada persona en una “ollita”.
El 20 de noviembre van a cumplir 10 años con el comedor. “Por ahí nos decimos ‘o nos estamos poniendo viejos de golpe o cómo pasa el tiempo’ porque ya tenemos chicos que venían al comedor y que hoy son padres. Yo los charlo y les digo ‘che, me han hecho abuelo’. Es increíble ver cómo pasa el tiempo. A veces veo pasar a los chicos que hoy pasan con su mujer y sus hijos”, relató Sergio.
Se trata de un acto de generosidad el de la pareja de Sergio y Alicia notable porque trabajan en el barrio más pobre de Jesús María y dan de lo que les falta no de lo que les sobra. “Estamos tranquilo con lo que hacemos, muy contentos, nos gusta mucho tanto a mí como ella”, contó Sergio en medio del recuerdo de lo que pasó hasta hoy.
La familia Luna puede decir con orgullo que no le deben nada a la clase política, aunque muchas veces recibieron promesas, visitas, e intentos por utilizar la obra solidaria: “Cada elección que hay, se paran y se acuerdan de que lo que nosotros hacemos es bueno. Mientras tanto, cuando están en el poder, se olvidan de uno”, finalizó Sergio.
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