El especialista en políticas públicas y funcionario del Instituto de Capacitación del gobierno provincial ponderó el trabajo que más de 70 vecinos elaboró para la ciudad dentro de la Comisión del Bicentenario.
Emilio Graglia es abogado, doctor en Derecho y Ciencias Sociales, licenciado en Política, y autor de más de 12 libros de texto. Fue legislador hasta que, recientemente, aceptó ocupar la conducción del Instituto Provincial de Capacitación Municipal (INCAM) que forma parte de la cartera de Gobierno provincial.
A fines de hacer una devolución del trabajo que las distintas subcomisiones realizaron y que fueron integrados en una publicación como “Informe de la Comisión Municipal del Bicentenario”, parecía que no había un mejor referente que Graglia para ello. Y así fue.
El pasado miércoles por la noche, el auditorio de la Sociedad Rural sirvió de marco para referenciar el trabajo que más de 70 vecinos de Jesús María hicieron durante más de un año con la intención de aportar ideas para la Jesús María que falta construir. Y allí, Graglia fue el orador excluyente.
El profesional comenzó su exposición reflexionando sobre lo que dejó, a su criterio, la celebración a nivel nacional del Bicentenario. “Ya no estamos en vísperas del Bicentenario lo que me anima a decir que fue una oportunidad desaprovechada. ¿Para qué nos hubiese servido? Para reflexionar sobre el pasado, sobre cómo hemos llegado a este presente, qué hicimos bien o mal pero, sobre todo, para reflexionar sobre cuál es nuestro futuro”, señaló Graglia.
En su opinión, el Bicentenario de la Revolución de Mayo era la oportunidad para alcanzar consensos entre las fuerzas políticas y sociales, el empresariado, y las organizaciones de la sociedad civil.
“En cambio -añadió el funcionario- nos ha servido para inaugurar obras y para hacer festejos (todo venía bien en nombre del Bicentenario). ¿Y los acuerdos...? Han brillado por su ausencia”.
Para Graglia, la ausencia de políticas de Estado en Argentina tienden a convertirse en algo crónico y esa realidad deriva de una constante en el comportamiento de la clase política. Sistemáticamente hay una falta de reconocimiento a gestiones anteriores, a la que se suma una falta de autocrítica de la clase dirigente que arrojan como resultado escasas posibilidades de consenso.
“En ese contexto, el informe de la Comisión Municipal del Bicentenario es excepcional en comparación con lo que ocurrió en Argentina”, concluyó Graglia antes de pasar al análisis del informe propiamente dicho.
Las líneas transversales
Para el profesional, del informe se desprende como primer eje argumental una coincidencia en todas las subcomisiones sobre el concepto de “Desarrollo”, definido desde un punto de vista integral, donde el cuidado del ambiente forma parte de ese desarrollo, y donde se incluye a la calidad institucional y la participación como parte de ese proceso virtuoso.
El segundo eje temático que compartieron los vecinos fue el de una visión regional muy marcada y sostenida.
Y la tercera línea transversal del trabajo coincide en la necesidad de una coordinación intergubernamental (municipio+provincia+nación) y de una concertación intersectorial.
En este punto comenzó la devolución al trabajo de algunas subcomisiones: “La subcomisión de Desarrollo Económico se ha preocupado por establecer cómo debería crecer la localidad y la región, pero además se ha preocupado de observar que el crecimiento económico no es igual al desarrollo sino que es un componente del desarrollo integral. Eso está muy claro en este informe”.
“Todo lo que tiene que ver con Desarrollo Urbano y Servicios apunta a la integración. El crecimiento económico supone Desarrollo Urbano y Prestación de Servicios Públicos pero ¿Para qué? Para integrar. Hay una noción de integración social muy clara”, añadió Graglia sobre el trabajo de otra de las subcomisiones.
“Desde mi punto de vista -agregó- es muy novedoso y muy positivo que quienes se ocupan del desarrollo económico y del desarrollo urbano tengan la misma concepción de integración. Para integrar a grupos, a sectores, a barrios que están excluídos. No creo que eso haya surgido de un acuerdo explícito sino que me parece que fue una coincidencia implícita”.
Sobre la cuestión de incluir a la región en el concepto de de-sarrollo, la devolución del profesional señaló: “Acá no hay una escisión entre lo local y lo regional y eso es muy importante porque no hay desarrollo local sino hay desarrollo regional. Claro que están pensando las subcomisiones en Jesús María pero la piensan dentro del marco de la región. En estos trabajos lo local y lo regional van de la mano”.
A propósito del tercer eje transversal, el de la coordinación intergubernamental y la concertación intersectorial, Graglia aportó: “Son informes que concluyen que para que haya desarrollo, la Municipalidad tiene que coordinar con la Provincia, con la Nación y con los municipios de la Región. Y está clara la idea de que solamente con el sector público o con el sector gubernamental no va a alcanzar porque tiene que haber concertación intersectorial”.
“Sumadas las tres cuestiones, me parece que se demuestra un nivel excepcional de coincidencias, de puntos de partida, en el marco de la oportunidad desaprovechada por Argentina. Está claro el concepto de desarrollo, está claro que lo local se sostiene en lo regional, y está claro que hace falta coordinación y concertación”, redondeó Graglia.
Para el especialista, este informe tiene que ser punto de partida para el desarrollo de un programa a largo plazo que contemple la utilización de una metodología que derive en la gestación de alternativas de solución a los problemas diagnosticados por la comunidad. La participación de más sectores será clave para la continuidad del “consenso” planteado.
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