Los docentes del turno tarde del jardín de infantes de la escuela San Martín de Colonia Caroya aprovecharon la celebración de la Semana Santa para trabajar sobre un proyecto que permitiera la reflexión sobre la Pascua donde la familia y la solidaridad aparecieran como valores.
Fue entonces que se difundió en nuestra zona la tarea solidaria que lleva adelante el “Negro” Toby y los docentes se comunicaron con él y decidieron sumarse con los niños del jardín en una cruzada para recolectar vestimenta y juguetes, cosas que los niños destacaron como más necesarios para otros pequeños con necesidades. Como, además, se celebró el lunes pasado el día del aborigen, se pensó en que parte de esas donaciones fueran a parar a manos de pequeños de la comunidad Toba, uno de los tantos lugares en el Chaco que visita Toby en sus viajes.
“Estamos muy contentos porque pudimos conseguir el combustible para que pudiera venir Toby a retirar lo que juntaron los chicos y conseguimos muchas cosas más. Lo importante es que no va a terminar esto acá porque lo vamos a ampliar a todo el jardín y toda la comunidad caroyense para juntar leche y alimentos no perecederos”, señaló Susana Cabrera, una de las docentes que recibió a Toby en la siesta del pasado jueves.
“Lo que más juntamos fue ropa pero ahora vamos a juntar leche, azúcar, yerba, aceite, pañales y harina que es lo que más necesitan los Tobas a los que él va a visitar en mayo. Vamos a seguir recibiendo cosas en el jardín para hacérselas llegar a él. Incluso, los padres de los chicos se engancharon bastante con el tema”, completó Lorena Pitavino, la otra docente.
Después de ver un video sobre los viajes y la obra de Toby, los papás que estuvieron presentes el jueves le formularon un montón de preguntas, muchas de las cuales tenían que ver con formas de colaborar y contribuir con su obra.
Fue un momento muy emocionante presenciar la cadena que hicieron los chicos del jardincito para ir pasándose las donaciones hasta subirlas a la camioneta.
Son de las acciones que contagina, que generan esperanza, que ayudan a pensar que otra comunidad es posible. Y la protagonizaron los más pequeños, la representación de la inocencia misma, los que tienen millones de preguntas y hacen del juego su principal leimotiv.
Ojalá que estos ejemplos se multipliquen, que estas acciones inunden el planeta y lo desborden de amor.
"Estas criaturas tan chiquitas me han conmovido"
El Negro Toby se refirió a la recepción que le dieron las comunidades de la región a su propuesta solidaria para con los más necesitados del norte de Córdoba y del país.
En una de esas no te sorprende pero la comunidad de Colonia Caroya y la de Jesús María se mostraron muy receptivas con tu propuesta solidaria que es ayudar a quienes tiene mucha necesidad. ¿Cómo tomaste ese recibimiento?
- Es la primera vez que vengo a Colonia Caroya y ¡mirá! Estas criaturas tan chiquitas me han conmovido buscando sus ropitas, las cosas que ellos tienen. Y he quedado agradecido a la gente que me dio el gasoil (la Municipalidad de Colonia Caroya, a través del arquitecto Horacio Copetti) porque no tengo ONG ni nada y ando con lo que me da la gente. Digo que a la chata le va a agarrar un empacho porque la hemos llenado y es la primera vez que tiene gasoil de punta a punta. Y agradezco también a la estación de servicio Shell que me ayuda desde hace años, cada vez que paso por acá, y también me ayuda con los sanguches (sic) y la comida. Estoy muy emocionado por la ayuda porque eso me sirve mucho
En tu caso, te tocó vivir y conocer casi lo mismo que le pasa a las personas que ayudás ¿no? Es la solidaridad de alguien que las padeció, las vivió, las sufrió.
- He sufrido mucho cuando era chico. Comía de las sobras. Sufrir, sufrí. Por eso, cuando me ofrecieron ser concejal no le dije que no para no faltarles el respeto pero les dije que no porque ellos no me iban a dejar hacer lo que realmente quiero. Si yo hubiese sido concejal hace seis o siete años atrás, hoy no estaría ni en este colegio ni la gente del campo viviendo con lo poco que les llevo porque no me hubieran dejado. Doy gracias a Dios que tuve esa fuerza de no aceptar eso para poder ayudar a toda la gente del monte que realmente hace falta. Yo las viví. Sé lo que es no tener un pedazo de pan o un vaso de leche caliente o mate cocido.
Esto no lo podrías hacer sin el apoyo de tu familia. Debe ser importante que ellos te acompañen.
- Doy gracias a Dios que la “doña” mía es un pilar y que los hijos míos siempre me acompañan –hoy vinieron (por el jueves) porque no tuvieron clases- y me dan una mano en este sentido. Y les muestro porque ellos no han sufrido lo que yo he sufrido. No dejé que les pasara lo mismo que a mí. Yo no tuve ni el cariño de mi padre, de mi viejo, pero no quise hacer lo mismo con mis hijos. Todo eso está escrito en un libro que hicieron sobre mí. Yo no dejo sufrir a los otros, a pesar de que esta gente a la que ayudo ni siquiera es pariente mía. Sé lo que es el sufrimiento, lo palpé.
Mucha gente debe decirte que lo que hacés es un acto de esperanza, de que se puede esperar y pensar en un mundo mejor
- Cuando uno se pone se puede hacer lo mejor para el prójimo. Esto es como quien dice “amar al prójimo”, no hace falta Biblia ni religión sino realmente entregar el corazón.
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Ante una persona de la simpleza del Negro Toby se puede ser de todo, excepto indiferente. No le sobran las palabras, tiene un repertorio limitado en ese sentido. Pero no es el Negro Toby orador el que conmueve a la gente sino el “laburante” el que es capaz de hacer enormes travesías para llevar alimento y vestimenta a los rincones más pobres del norte.
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