¿En qué consistiría crear las condiciones para que una ciudad sea “inclusiva”?
- Hasta ahora, hemos estado acostumbrados al término “integración” que es un proceso donde el esfuerzo está puesto por la persona con discapacidad y todos los equipos técnicos y médicos que lo acompañan. La persona con discapacidad es la que hace el esfuerzo o el entrenamiento para integrarse a una sociedad, entre comillas, normal.
La inclusión es que la sociedad aprende qué es un ámbito para todos: personas con discapacidad, personas sin discapacidad, pobres, ancianos, altos, bajos, gordos, flacos, para todos. Decir que somos inclusivos es decir que todos hacemos el esfuerzo por transitar juntos la vida. No es que las personas con discapacidad tienen que entrenarse para vivir cerca nuestro sino que todos hacemos un esfuerzo por compartir la vida, la ciudad, la escuela, el taller.
Para eso, hay que ir eliminando barreras que son de variada naturaleza ¿Qué se entiende hoy por barrera?
- Barrera es toda estructura física, estilo de comunicación, o estructura de comportamiento y actitudes humanas que ponen un impedimento para que alguien pueda disfrutar de un espacio o de una actividad o de un área de la vida. Una barrera puede ser una escalera pero también puede ser una persona que no tiene paciencia para hacerse comprender por una persona sorda que te lee los labios. Una barrera también puede ser una película en inglés para una persona ciega que tiene que escuchar en su idioma, e incluso que una persona sorda esté en la presentación de un proyecto donde se le da la espalda y no puede leer los labios del disertante.
Pero las barreras más difíciles de remover son las de nuestra ideología y de nuestros temores y nuestra ignorancia.
¿Queda mucho trabajo por hacer, entonces, en esta ciudad?
- En todas las ciudades hay muchísimo por hacer y es un trabajo de cambio en la cultura que son los más difíciles de realizar y donde ya no se trata de que el Estado sea el que produzca los cambios porque es imposible sino que todo el cuerpo social tiene que buscar esos cambios: de conciencia, de visión, del lenguaje que usamos, y de las actitudes que tenemos para con las personas que consideramos no son, entre comillas, normales.
Al margen de que el Estado no va a lograr un cambio de Cultura, lo tiene que promover. Es una obligación que se ponga al frente de este inicio de transformación cultural
- Así es. En este momento, Jesús María como muchas otras ciudades de la Provincia está tomando la iniciativa y se pone como punta de lanza para lograr cambios culturales y remoción de barreras comunicacionales y físicas. Los talleres, la concientización, la evaluación de edificios, el diagnóstico de las ciudades que se hacen comunitariamente el Estado las tiene que asumir como demandas serias y convertirlas en programas.
La discapacidad es siempre un programa complejo, lento, caro pero en algún momento hay que empezar y el Estado sólo no puede hacerlo por más buena voluntad política que haya.
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