Durísimas acusaciones lanzaron los vecinos de barrio Los Nogales contra las autoridades policiales por los hechos de inseguridad de los que son víctimas desde hace un tiempo. Unos 60 vecinos expresaron sus temores y angustias ante los oficiales Luisa Merino, Raúl Díaz, Mariela Medina, y Virgilio Márquez en una reunión que propició el centro vecinal hace una semana.
El primer testimonio fue el de una mujer que aseguró que su vivienda había sido robada en más de diez oportunidades y que en el último hecho delictivo el botín fue de 10 mil pesos. Su amarga queja se debió a la escasa respuesta que tuvo por parte de la policía local.
Otra mujer señaló que en su tránsito hacia la ciudad, sobre la calle Miguel Juárez, le arrebataron la cartera a plena luz del día. Un tercer testimonio relató como, en ese mismo lugar y a las 20.15, unos jóvenes delincuentes le rompieron la nariz a su hijo e intentaron llevarse a su novia hacia la zona del río Jesús María.
En la mayoría de los casos, las quejas se dirigieron al accionar policial: que no acuden con celeridad tras las denuncias, que no hay casi patrullaje en la zona, que hay nula presencia de personal de a pie en el barrio, que hay escasa resolución de hechos delictivos, y que los agentes que recién se incorporan a la fuerza están más preocupados en mantener relaciones a través del teléfono celular que en cumplir el rol para el que se les paga el salario.
“Todos sabemos quiénes son: menores de edad que entran por una puerta a la Comisaría y salen por otra, que se “tunean” para que no los reconozcamos y se cambian el color y corte de cabello, y cambian de remera y de gorra”, señaló otro vecino durante la reunión.
Un señor mayor de edad añadió que a los vecinos del barrio les cuesta mucho planificar unas vacaciones largas porque saben que sus casas no están seguras. “Nos están marcando”, dijo. Sobre esto último, una evidencia fue que la propia reunión fue boicoteada por personas que arrancaron los afiches con la convocatoria que estaba pegada en columnas y paradas de colectivo.
Hubo también relatos sobre hechos delictivos producidos en ausencia de sus propietarios y hasta un caso de un vecino que formuló una denuncia porque había personas extrañas en el patio de su vivienda y personal de la policía llegó cuatro horas y media después de la llamada al 101.
En la estadística que los propios vecinos elaboraron se viene cometiendo un hecho delictivo cada día y medio y ésa fue la razón por la que se convocaron. Muchos de los hechos ocurridos en ese sector de la ciudad ni siquiera fueron denunciados a la fuerza policial.
Y otra voz de alarma se encendió al señalar que se está vendiendo mucha droga por esa zona y se brindaron algunos datos llamativos a los oficiales presentes para que promuevan investigaciones.
La Policía prometió estudiar las propuestas de los vecinos y elaborar un diagrama de actividades para incrementar su presencia en el sector e ir dando soluciones a situaciones anómalas que se detectaron en el proceder policial.
Al municipio de Jesús María le fue un poco mejor en la crítica del barrio aunque los responsabilizaron por permitir malezas muy altas en algunos sectores clave del barrio que podrían servir de aguantadero o de “mirador” a los delincuentes.
Los vecinos marcaron esos sectores críticos y pidieron a la Municipalidad que active todos los resortes posibles para resolver el problema cuanto antes. Esperan respuestas para recuperar la tranquilidad.
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