El nivel de los trabajos presentados en la Tercera Ferial Zonal de Ciencias y Tecnología fue muy interesante. Los alumnos demostraron gran dedicación.
Alumnos de segundo a sexto grado de escuelas de Jesús María, Colonia Caroya, Ascochinga, Estación General Paz, y Juárez Celman tomaron parte de la III Feria Zonal de Ciencias y Tecnología que tuvo lugar esta semana en las instalaciones de la escuela Francisco Antonio Ortiz de Ocampo. Aunque hubo menos trabajos que en la edición anterior, el nivel de las exposiciones fue muy interesante y denotaron mucha preocupación, particularmente, por los problemas ambientales.
Así lo manifestaron, por ejemplo, los alumnos de sexto de la escuela Mariano Moreno de Tronco Pozo con su trabajo “Se nos acaba el agua” donde pusieron énfasis en la necesidad de cuidar el recurso y señalando la escasez de recurso que suelen tener en esa zona rural durante el verano. Plantearon el problema del riego en los campos ya que suelen ocupar 320 litros por hora y llegan a tener en funcionamiento los equipos hasta cuatro días seguidos.
Un enfoque ambiental también tuvo el trabajo “Dime como fumigas y te diré como contaminas” que presentaron los chicos de sexto de la escuela José María Paz de Estación General Paz, quienes denunciaron que no todos los productores agropecuarios cumplen con la resolución comunal 441/08 que regula la utilización de productos químicos en la localidad. Entre sus conclusiones, instan a los investigadores a encontrar métodos alternativos al uso de los químicos para el control de plagas.
En la escuela Ingeniero Mascías de Ascochinga, los chicos de sexto grado se pusieron a trabajar para ver “¿Cómo recuperamos nuestras sierras después de los incendios de 2008?” con una sugerencia para trasplantar ejemplares de espinillo, tala, algarrobo blanco, y chañar que lograron hacer germinar en un modesto vivero escolar.
Otra muestra de la preocupación por el ambiente, mostró sexto grado de la escuela Los Inmigrantes de Malabrigo con su proyecto “Bolsas plásticas nunca más” con el que pretenden que la gente reemplace las bolsas de polietileno por otras reutilizables que ellos mismos confeccionaron y venden a ocho pesos. Lo recaudado se utilizará en el viaje de estudios.
Con el trabajo “Nos ponemos las pilas”, alumnos de quinto grado de la escuela Atahualpa Yupanqui de Juárez Celman intentan que la gente no envié a enterramiento común las pilas usadas para que no contaminen y proponen dos cosas: utilizar pilas recargables y a las pilas usadas inactivarlas con cemento y crear bancos y mesas para juegos en la escuela.
La Escuela Pablo Rueda de La Granja denominó a su proyecto “basurólogos en acción” que partió de la película Wall-e y un planteo para comenzar a trabajar en la recolección diferenciada de residuos y en la elaboración de compost para ser utilizado en tierras que necesitan fertilidad.
La nómina de trabajos de corte ambiental se completó con referencias a la calidad del aire y a la degradación de suelos. En los grados más bajos, las preocupaciones pasaron por la calidad de los alimentos que ingerimos y también por el cumplimiento de los derechos del niño. En resumen, una oportunidad para mirar el mundo que ven los chicos.
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