El ex presidente del Banco Central y ahora diputado por la Coalición Cívica visitó la zona.
“Vine a hablar sobre un programa de desarrollo que es lo que la falta a Argentina desde hace 50 años, desde que tuvimos el último intento y quizás el único que fue el de (Arturo) Frondizi. Como dirigentes nacionales nos preocupamos por entender lo qué está pasando en cada uno de los circuitos para mejorar nuestras propuestas y transformarlas en programas que sean una manera de revincularnos con la sociedad”, comenzó señalando en rueda de prensa el diputado por la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay en su reciente visita a Jesús María donde disertó en el auditorio de la Sociedad Rural invitado por los referentes locales del partido.
Aunque tiene un tono decididamente crítico con la gestión del gobierno de Cristina Fernández, Prat Gay elige con mucho cuidado los términos que va a utilizar para mostrar su desacuerdo.
Cuando uno piensa lo que ocurrió en 2001 y piensa 2012, evidentemente son dos Argentinas diferentes. ¿Con qué lo comparamos para decir que hoy Argentina está atravesando un escenario difícil?
- La gran diferencia con 2001 es que en ese momento había una dificultad objetiva que enfrentaba Argentina. Además de los errores propios de la gestión del presidente De la Rúa en ese entonces, Argentina tenía restricciones muy fuertes para relacionarse con el mundo. La soja valía 150, no valía 600. La tasa de interés en el resto del mundo era muy alta y eso provocaba las dificultades de deuda que tenía Argentina entonces. La gran diferencia es que hoy tenemos un mundo que nos sonríe cada vez más. No es éste el discurso del oficialismo que prefiere decir que el mundo se cayó justo encima de Argentina. Europa tuvo esta cosa increíble de puntería de caerse justo ahora arriba de Argentina. Esto no es así.
¿La inflación se ha transformado en un problema?
- Sí, claro. Diría que la gran diferencia con los años en los que a mí me tocó con orgullo liderar el Banco Central es que entonces podíamos crecer sin inflación. Teníamos una política monetaria y un Banco Central independiente. Teníamos que reformar una cantidad de cosas como el sistema financiero y otras que hubo que hacer en esos años y que, ahora, por suerte nos olvidamos como el rescate de las cuasimonedas. Pero podíamos hacerlo en un marco de baja inflación. El gobierno abandonó esta disciplina monetaria que hubo durante los años de nuestra gestión. Eligió atacar el problema de la inflación ignorándolo. Para ignorarlo, eligió mentir a través de las estadísticas oficiales. Y a través de esas mentiras se metió en un callejón sin salida del que no puede salir y no porque políticamente no pueda hablar del tema de la inflación. Es mucho más grave que eso. No se puede resolver un problema que primero no se reconoce. Y cuando el no reconocimiento del problema es tan manifiesto que nadie le cree al INDEC, estamos hablando de un problema de credibilidad y de confianza que es lo que necesitaría el gobierno para reencauzar la situación y aprovechar la oportunidad.
¿Cuál sería su propuesta, entonces?
- Hay que replantear todo el esquema tributario de Argentina que es tremendamente regresivo. Discutir si la renta financiera no tiene que pagar el impuesto a las ganancias. Si la carga tributaria tiene que tener un peso tan alto en el consumo a través del IVA. Esta es la discusión que queremos tener y el gobierno no. Discutir si es posible o no darles el 82 por ciento móvil a los jubilados. Si hay que pagarle a los bonistas antes que pagarle a los jubilados. Y el tema central de la economía que es la inflación. No estaríamos hablando de atraso cambiario y cepo si no fuera porque la inflación le ganó al dólar en los últimos siete años. No estaríamos hablando de las tarifas y atraso tarifario sino fuese porque la inflación es del 25 por ciento anual. El gobierno tiene un problema moral para enfrentar la inflación. El que viene mintiéndote durante siete años con los precios es el menos indicado para resolver los precios con credibilidad.
Recientemente dijo que el principal problema de la Argentina no es económico sino político ¿A qué se refiere?
- La crítica es a la gestión económica mal concebida desde lo político. El problema no es económico. Lo fue durante mucho tiempo en Argentina y por eso el ministro de Economía era siempre el salvador o el que nos hundía, pero todo se definía en el Ministerio de Economía. Hoy, la economía nos da una oportunidad como nunca tuvimos antes. Lo que está empañando el momento económico es la política. Que Argentina tenga hoy una recesión con la oportunidad que le está dando el mundo es pura obra de los errores políticos que ha cometido este gobierno. Y el error político radica no solamente en pelearse entre ellos sino en tener un esquema de toma de decisiones en la que hay una sola persona que decide, prácticamente sin información. . No les tengo que explicar qué pasó con la ganadería, con el trigo, con el maíz, con las economías regionales. El autor de toda esa destrucción es Guillermo Moreno.
En las crisis mundiales de la última década, el Estado salió a respaldar a los bancos antes que a la gente que la estaba pasando mal. ¿El estado benefactor desapareció?
- Éste es un momento de quiebre en la economía mundial donde estas cosas se van a empezar a discutir. No solamente el rol de los bancos sino el rol de los reguladores y de las agencias crediticias y cómo podemos hacer para que las finanzas pasen de las macrofinanzas a las microfinanzas para que sean la manera de conectar el ahorro con la inversión. Esto fue lo que le pasó a Estados Unidos y a Europa en los últimos años.
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Prat Gay: “Lo que está empañando el momento económico es la política”
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