Invitado por el concejal Gustavo Brandán, el biólogo Raúl Montenegro, de FUNAM, explicó algunas de las consecuencias de exponerse a radiaciones de antenas de telefonía móvil.
¿Cuáles son algunos de los efectos biológicos que generan las emisiones de telefonía?
- Primero están los efectos térmicos que tienen que ver con los tejidos y su reacción al cambio de temperatura, por ejemplo, el sistema óptico, genitales masculinos. Pero después están los efectos no térmicos que va a alterar toda la barrera sangre-cerebro. Nuestro sistema nervioso tiene un sistema de barrera que nos protege de una serie de sustancias de riesgo. Cuando se altera esa barrera, muchas sustancias dejan de ser retenidas. Pero a su vez, y esto sería bueno que lo tenga en cuenta el intendente, siempre los ciudadanos están expuestos a un cóctel de contaminantes. Cuando el municipio habilita una antena, aunque sea microcelda, añade un contaminante a otros que ya existen en la propia comunidad. En este caso, el municipio pasa a ser parte de los que generan un cóctel de contaminantes de riesgo.
La mayoría tiene teléfono celular y necesita señal para poder hablar ¿Cómo se compatibiliza la necesidad con el efecto nocivo que se genera hoy?
- En el libro que publicamos sobre antenas, el primer capítulo está destinado solamente a todas las formas de bajar los niveles de radiación no ionizante. No es que no exista tecnología. De hecho, la tecnología que se establece en Argentina para la trasmisión es posiblemente la de mayor impacto. Existen otras alternativas para que la densidad de potencia sea más baja y se mantenga al mismo tiempo el servicio. Lo que llama la atención en estos casos es que no se analizan alternativas, simplemente se deciden localizaciones. He recomendado a muchas personas que le envíen carta documento a las autoridades que han permitido esto, haciéndolas responsables por posibles daños a la salud no solamente durante su mandato sino durante todo el tiempo en que dure la instalación de la antena.
¿El mismo criterio se le aplicaría a las antenas de televisión o de radio?
- No. Porque son distinto tipo de radiación. Tal vez las que necesiten un mayor control son obviamente las antenas de telefonía celular y antenas de FM por el tipo de radiación no ionizante. No se olviden que las personas conviven no solamente en un cóctel de materiales como plaguicidas u otros contaminantes que se juntan con los contaminantes energéticos y el organismo actúa frente a todas las radiaciones. Cualquier cosa que agregue radiación es un factor de riesgo. Las autoridades más razonables o más sensatas son las que reducen la exposición de los habitantes a los contaminantes. Acá se da un poco la situación inversa, se aumenta el riesgo.
No se presta el tema para intereses políticos
- En realidad, esto es esencialmente técnico y la salud no es de ningún partido político. De hecho, nuestro aporte es exclusivamente técnico. Generalmente lo que sucede es que cuando se pone en tela de juicio una mala decisión que tomó algún funcionario la primera excusa que de dice: ¡Ah, esto es político! Cuando desde un municipio se hace una norma que representa un riesgo más para la salud de las personas, en ese caso sería muy egoísta, muy tonto, y muy mezquino creer que los que se oponen a una antena lo hacen por intereses políticos.
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