

¿Para qué está la policía? ¿Para todos o para algunos? Pareciera que cualquier “anormalidad” ya no nos sorprende.
Voy a relatar un suceso: resulta que mis vecinos que llamaremos la familia XX compraron un terreno que limita con mi vivienda hace casi 10 años. En ese sitio, había un árbol que estaba próximo a mi pared. Con el tiempo, las ramas y el follaje sobrepasaron mi pared llegando más arriba de mi techo que es de zinc porque mi casucha es antigua. De todas maneras, solicité a la familia XX que cortara las ramas sin lograr respuesta favorable. Los días de lluvia el follaje arriba del techo hacía de conductor de más agua, las hojas tapaban las canaletas, y se me llovía la casa, sin alcanzarme los brazos para correr los muebles. Las chapas del techo estaban algo deterioradas y ese arbolito contribuyó a empeorarlas. Con el tiempo, sacaron el árbol para construir y pensaron: “no hay lugar para reclamos”. Sin embargo, hice sacar fotos y busqué una escribana que certificara. Llegó el problema de la medianera -según ellos, mi casa estaba construida 10 cm en el terreno de ellos- yo les contesté que les vendieron mal ya que mi casucha está construida desde 1936 y si no se reclamó en esa fecha no hay derecho al reclamo. Usaron la mitad de la tapia que es mía, mientras tanto les reclamé un pago para reponer las chapas de zinc, sin respuesta. Por mi parte, solicité a un banco $5000 para reemplazar el techo. Les envié una sentencia de un caso parecido que salió en un diario y que obligaban a un municipio a pagar $15.000 por daños que había ocasionado un árbol en una vivienda. No respondieron. Terminaron la construcción y les faltaba revocar la pared que está de mi lado. Por aupuesto que no les dí permiso. Una mañana me levanto y ¡sorpresa! el albañil dentro de mi casa, con los andamios para mi lado, revocando. Llamé a la policía y lo hicieron bajar (seguro que no le pintaron los dedos), pasaron unos muchachos por la calle y les pedí que bajaran los dos tablones suspendidos por dos sogas y lo dejaran en el piso. El albañil me reclamó en una oportunidad los tablones a lo cual me negué porque yo no los puse dentro de mi casa, él los metió. Después, cayeron cuatro policías volteando a golpes la puerta de mi casa, y diciendo que sí no abría la iban a bajar, con una orden de un fiscal y firmado por un juez, a llevar los tablones. Mientras tanto, mi hija lloraba. ¿Qué argumentó la familia XX? ¿O porque iban lavados, planchados y son comerciantes tienen tanto derecho? ¿Pueden tratarme como una ladrona? ¿Por qué no me citó el juez para escuchar mis razones? Vinieron tres policías hombres y una mujer que se negaba a decirme el nombre y se sonreía burlonamente, sin importarle que mi pequeña lloraba ¿Eso es justicia?.
Yo estoy saliendo de mi quimioterapia que terminé en septiembre. Mi hija es una niña vulnerable, ya que tiene bastante carga, es hidrocefálica. Esta familia tan pequeña necesita comprensión. Les agradezco a todos los que me puedan ayudar.
Irma Martínez
DNI: 5.249.620
Italia 845, Jesús María.
Tel. (03525) 424789
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