Tabaré Vázquez dijo que se avanzó mucho en la lucha contra la pobreza

El ex presidente de Uruguay estuvo en la apertura del XIX Congreso Nacional de CREA y ofreció un discurso sin fisuras en los que reiteró la necesidad de trabajar en la tolerancia, la transparencia, y el respeto.

Semanario Primer Día aceptó el convite formulado por el grupo Pie de Sierras de CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) y estuvo presente durante la inauguración del XIX Congreso Nacional de la Entidad en el que fue orador central el ex presidente uruguayo, Tabaré Ramón Vázquez.
Fue la posibilidad de escuchar a un estadista que logró conducir un proceso exitoso en un país vecino, del otro lado del charco, que se fue con una imagen altísima entre su pueblo, y que se fue a su casa cuando se cumplió su mandato de cinco años. De hablar pausado, Tabaré Vázquez logró enmudecer al auditorio de seis mil personas en el Orfeo Superdomo, mientras expuso su parecer sobre lo que debiera ser la construcción de Nación.
Un párrafo que destacó el ex mandatario charrúa fue el que documentó con datos de organismos serios como el CEPAL y que vieron avances en la reducción de la pobreza en Sudamérica: ““Más allá de las crisis financieras u otras turbulencias globales, de las cuales últimamente ha sido más perjudicada que responsable, justo es decirlo, en los últimos años nuestra región también ha avanzado en materia de crecimiento económico y reducción de la pobreza. Otro ejemplo: según estimaciones de CEPAL, entre los años 2004 y 2008 la economía de nuestra región creció promedialmente un 4,7 por ciento anual. En ese mismo período, según la misma fuente, la pobreza e indigencia descendieron de 44 a 33 por ciento, aunque el impacto de la crisis financiera desatada en septiembre de 2008 determinó que en el 2009 ese porcentaje subiera a un 34 por ciento”, y añadió Vázquez: “Estos avances no son casuales. Por el contrario, son producto de dos elementos, de dos claves, de dos sustancias fundamentales para poder lograrlo: son producto del rescate de la democracia y de la política, tras el exilio al que las habían condenado el autoritarismo político y el fundamentalismo económico por considerarlas un estorbo para el desarrollo o para ciertos negocios”.
“¿Qué sigue habiendo muchos pobres?. Sin dudas, demasiados, y nos duele en el alma. ¿Qué habría que avanzar más rápido?. Claro que sí. Hay necesidades y derechos que no pueden esperar. Pero si alguien, si alguno de ustedes tiene la fórmula, o alguno de quienes tanto critican tienen la formula para superar esa situación de manera instantánea y definitivamente, ¿qué esperan para implementarla o darla a conocer?”, reflexionó.
Tabaré Vázquez reconoció que Sudamérica tiene mucho que avanzar en término de políticas públicas a favor de la equidad y el bienestar social. “Pero como estas no son como “Remedios Labella (seguramente recuerdan a aquella mujercita de 100 años de soledad que un día remontó vuelo y nunca más se supo de ella) necesitamos políticas públicas que favorezcan la inversión, la producción, la educación, y la formación para el trabajo calificado, la innovación, la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la competitividad, el mejor funcionamiento del mercado y del Estado que no son incompatibles, la integración regional, y la inserción internacional. Con el corazón en la utopía, pero con los pies en la tierra”, dijo el ex presidente.
Asimismo, se pronunció a favor de avanzar en la construcción de gobernabilidad: “Implica una institucionalidad firme, fuerte, clara, transparente, estable, que posibilite Estados más democráticos y gobiernos más eficientes y sistemas políticos más fuertes, más coherentes, más racionales. Los políticos sólo somos instrumentos: el objetivo final es trabajar para darle más dignidad a la vida de la gente”.
Vázquez consideró que la gobernabilidad requiere no sólo de mayorías políticas y sociales sino que, paralelamente, requiere de ciudadanía para que la institucionalidad no sea como una casa vacía.

Construcción de mayorías
El ex mandatario de Uruguay dedicó unos párrafos a la necesidad de construir consensos: “¿Qué Construir mayorías no es sencillo?. Por supuesto, pero así es la democracia: requiere en primer lugar respeto hacia el otro, tolerancia, reconocernos en el otro como un semejante, y que pueda tener tanta o más razón que la que nosotros pensamos que tenemos, escuchar, oír, respetar, participar. Pero requiere también para llevar adelante ese proceso de gobernabilidad de gradualismo. Nada se logra de la noche a la mañana. Yo, por lo menos, no creo en los milagros. Hay que poner gradualismo y trabajo, trabajo, mucho trabajo”. Y agregó: “Hay que lograr consensos básicos en la sociedad. Se tiene que lograr legitimidad en los elegidos, un control fuerte por parte de los electores, mecanismos que puedan regular los conflictos que existen en toda sociedad como existen en toda familia, movimientos sociales y políticos representativos, activos, con capacidad de exigir pero también de proponer, de presentar proyectos alternativos serios, responsables, pasibles de ser llevados adelante, de comprometerse y, sobre todo para el sistema político, de cumplir con los compromisos que se adquieren y no sólo comprometerse y prometer para lograr un voto más en las próximas elecciones”.

Escribir el futuro
“La historia, que a menudo se escribe con sangre ajena, como solía decir uno de los más destacados historiadores uruguayos, la hacen los pueblos más allá de adversidades y diferencias. La hacen porque creen que es posible construir y compartir un futuro mejor. Claro que es posible. Esa creencia en un futuro mejor -¡Atención! dije mejor, no perfecto- esa voluntad para intentar construirlo entre todos y para todos, también es construir Nación”, señaló Tabaré Vázquez en otro de los tramos de su discurso.
“Ejemplos sobran -añadió el ex presidente- en la historia de países, algunos de ellos muy poderosos, que desaparecieron por haber perdido confianza en su propio futuro. Tal vez no fue la única razón pero fue una de las principales. Ejemplo paradigmático: la Unión Soviética que también sucumbió, entre otras razones, por no haber podido, sabido o querido armonizar la amplia gama de nacionalidades que la integraban. También hay ejemplos de naciones muy pequeñas en términos de territorio y con escasos recursos que confiadas en sí mismas y en su futuro superaron las más duras adversidades. Ejemplo paradigmático: Vietnam. A qué terrible desafío no se han enfrentado los vietnamitas y ahí están, serenos, conversando de igual a igual con quienes ayer nomás los castigaron implacablemente, construyendo una nación orgullosa, por cierto, de su pasado pero no encerrada en el mismo sino abierta al mundo y al futuro”.

Legitimidad
Un párrafo llamativo fue el que utilizó Vázquez para referirse a la legitimidad de los actuales gobiernos latinoamericanos: “Creo que hemos avanzando en libertad y en democracia. Hoy, por ejemplo, no hay en Sudamérica jefes de Estado que hayan llegado por otra vía que no sea la electoral. Podrán gustarnos tal o cual presidente de tal o cual país pero no está en duda la legitimidad de su mandato”. Son apenas apuntes a los que se podría utilizar como espejo en la construcción de lo nuevo.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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