La legislatura provincial acaba de aprobar modificaciones dentro del sistema electivo que podría modificar seriamente las chances de algunos candidatos y partidos en el interior provincial.
Esta semana, el oficialismo en la legislatura hizo valer su mayoría para aprobar tres proyectos que modifican la reforma al sistema electoral que se aprobó en 2008. Se trata de la reglamentación de los mecanismos de boleta única y voto electrónico, la creación de un fuero electoral, y en la suspensión –para la próxima elección provincial– de varias normas establecidas para controlar el financiamiento de partidos y de campañas electorales.
Si bien se trata de modificaciones al sistema con el que se votarán autoridades y legisladores provinciales, nadie desconoce que la medida impactará directamente en el interior provincial, particularmente en aquellas localidades que no cuentan con Código Electoral propio ni Carta Orgánica.
Lo que parece una fija es que los cordobeses votaremos al róximo gobernador con el sistema de boleta única que implica una sola boleta con todos los candidatos de todos los partidos y la posibilidad de marcar una cruz en nuestras preferencias.
Eso si es que no se avanza en la posibilidad de implementar el voto electrónico, tal como hizo en la primera experiencia la comunidad de Marcos Juárez.
Después del escándalo del 2 de septiembre de 2007, con las denuncias (hasta ahora no probadas) de fraude, lo más saludable para Córdoba será que avance hacia mecanismos de control transparentes. Y mejor que eso sería que aparezca un candidato que se lleve al menos la mitad de los votos y que le saque 20 puntos de diferencia al segundo para disipar cualquier duda, pero eso parece utopía tal como está planteado el escenario.
La segunda cosa peligrosa en las modificaciones es la posibilidad, únicamente para la elección de 2011, de no controlar el límite para el financiamiento de la campaña política que habilita al poder económico a favorecer desmedidamente a un candidato e incrementar hasta el hartazgo su presencia en los medios de comunicación y en las comunicaciones no formales.
Los que menos aportes tengan podrán apelar en estos tiempos a las herramientas digitales para multiplicar la presencia sin pagar dinero por ello, pero no les augura este mecanismo que puedan figurar en los buscadores ni en las preferencias de los electores que no cuentan con PC ni acceso a internet.
Vale destacar que a nivel local, el panorama está bastante claro en cuanto a fecha de elecciones. En Colonia Caroya, la Carta Orgánica les impone hacerla en forma separada de toda otra elección, de modo que los vecinos irán a las urnas solamente a votar intendente, concejales, y tribunos de cuenta en una fecha diferente al resto de las elecciones (provinciales y nacionales).
En Jesús María, que cuenta con Código Electoral propio, existe la certeza de que la elección municipal irá separada y antes de las elecciones provinciales. La anterior fue el 13 de mayo de 2007.
Las preguntas que todos los patidos y todos los aspirantes se hacen son: ¿cómo impactará la desaparición del ejército de boletas que había en el pasado por el régimen de sumatorias?
¿Favorece a los candidatos el poder compararse mano a manos con sus contrincantes en una sola boleta e, incluso, en la misma y única boleta?
¿Estaremos ante una elección que clarifique al electorado y sus elecciones y que no deje fuera a los que tendrían alguna posibilidad si se quitaran las mañas del actual sistema?
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Editorial: Una modificación del escenario
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