Receta para ser un buen alfabetizador

Por: Patricia Zanforlín (Alfabetizadora, conductora del programa Círculo de Mujeres de Radio La Ronda)




1/2 TAZA DE TIEMPO Y 1/2 DE VOLUNTAD
1 TAZA DE HUMILDAD
1 TAZA DE BUEN HUMOR
1 TAZA DE DEDICACIÓN
1 TAZA DE COMPROMISO
SEMILLAS DE SERVICIO
1 CUCHARADA GRANDE DE ESMERO
1 CUCHARADA DE PLACER Y CORAJE
GOTITAS DE LÁGRIMAS
TROZITOS DE ALEGRÍA
 RALLADURAS DE EMOCIÓN
1 PUÑADO DE ESPERANZA
PARA LIGAR TODO “HERMANDAD”

Mezclar todas las tazas: Humildad, tiempo, dedicación, etc. Esto debe quedar blandito como una crema dentro de nuestro corazón, que no haya dudas, para que el alfabetizador esté bien seguro de sí mismo y se pueda leudar.
 Añadir cucharadas de esmero, placer, coraje, junto con la ralladura de emoción, el puñado de esperanza, trocitos de alegría, semillas de servicio. Batir con comprensión y humedecer con gotitas de lágrimas. Para que pueda ligar la preparación poner hermandad a gusto.
Tiempo de cocción: Lo manejará cada uno ya que todos vemos las cosas de distintas formas. Sacar del horno y ponerle chispitas de paciencia.
Repartiremos porciones a los alfabetizandos y lograremos con esta receta que cumplan su sueño: leer y escribir.

PD: ¡Anímense a enseñar! Es tan lindo ver el rostro de una persona cuando sabe leer y escribir su nombre que te hace olvidar las pequeñeces por las cuales nos quejamos cada día. ¡Inténtalo…!

Receta: pollo al vino

“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay hombres que luchan un año y son mejores.
Hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos.
Pero los que luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles”.
Bertold  Brecht


Ésta es una receta de María Eva Gómez, alumna de 70 años. Tiene 10 hijos, 40 nietos y 16 bisnietos. Nació en Huinca Renancó y llegó a Jesús María en el año 1959. Proviene de una familia humilde. Su papá pertenecía al pueblo Mapuche y su mamá era descendiente de holandeses.
Cuando se separaron sus padres, no pudo continuar con sus estudios y quedó a cargo de su abuela. Fue en esa época cuando comenzó a trabajar en casas de familia.
Su sueño es escribir un libro que relate su vida desde que tenia 4 años hasta nuestros días.
María es un ejemplo de voluntad, perseverancia, firmeza y entereza. ¡Cómo no acompañar a estos sueños si podemos dedicarle unas horas para escuchar y comprender lo que otros quieren y necesitan!.
Muchas Marías hay en tu barrio, en Jesús María y en el mundo: empecemos a buscarlas.
Felicitaciones a María Eva y a su familia por acompañarla.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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