Jesús María tuvo serias dificultades para controlar la obra de la cisterna

Un empleado municipal señaló que las capacidades de control por parte de la Municipalidad estaban muy acotadas.

En marzo de 2009, se hizo una prueba hidráulica sobre la cisterna de 2 millones de litros que el municipio adjudicó a la empresa Juan Pablo Martinazzo en el oeste de la ciudad. Allí, se demostró que tenía pérdidas y fisuras en varios lugares, cosa que más tarde relevó la Universidad Nacional de Córdoba.
Debió, entonces, paralizar 127 mil pesos que correspondían al certificado de obra número 9 hasta tanto se subsanaran los defectos. Pero eso no pasó y casi un año más tarde se pagó ese certificado con las firmas de José María Brusasca y Luis Picat.
Pese a que no funcionaba y que tenía pronóstico de que, difícilmente iba a funcionar, el municipio llevó a un grupo de vecinos a ver la obra el 6 de noviembre de 2009, en una suerte de City Tour de obras. Una empresa contratada por Martinazzo había impermeabilizado el interior de la cisterna pero tampoco ese tratamiento dio resultado.
En marzo de 2010, el municipio había desembolsado 925 mil pesos sobre los 932 mil pesos en que se había adjudicado la obra, es decir, el 99,17 por ciento del total, pese a que un año antes se habían iniciado las detecciones de que la obra no iba a resistir el volumen de agua para el que fue solicitado.
Casi no quedan dudas de que la empresa carga con la mayor parte de la responsabilidad por las deficiencias constructivas, pero los hechos entre marzo de 2009 y marzo de 2010 no están demasiado claros.

El testimonio

El 13 de marzo, el ex secretario de Desarrollo Urbano de Jesús María, José María Brusasca, declaró a Radio Jesús María en relación a los controles por parte del municipio a la empresa Juan Pablo Martinazzo durante la construcción de la fallida cisterna en el oeste de la ciudad: “La Municipalidad designó al técnico constructor Miguel Montes y él fue el encargado de hacer los controles a diario. Yo respaldo en un 100 por ciento su labor porque fue llevando un relevamiento fotográfico y de control exhaustivo”.
Esa declaración motivó la consulta por parte de este semanario a Miguel Montes para ver qué grado de certeza tuvieron las declaraciones de Brusasca.

¿Es cierto que el control municipal pasó por tus manos? ¿Qué es lo que podías hacer realmente para controlar que la obra no tuviese el fin que tuvo?
- Parcialmente, es cierto. Yo era el encargado de certificar la obra a la empresa Martinazzo. Éramos encargados de controlar que la obra se ejecutara conforme a los planos y los pliegos que nos habían entregado a nosotros.

¿Quién les entregó esos planos?
- Fueron entregados por la empresa Martinazzo que fue la que hizo el proyecto, los cálculos, el diseño, y la que llevaba a cargo, la dirección técnica, la representación técnica, y la ejecución de la obra. O sea, la empresa Martinazzo hizo todo. Se contoló que se hiciera todo conforme a planos, pero no había forma de objetar cosas porque, lógicamente, la obra fue hecha en función de los planos que nos entregaron. No es que la Municipalidad realizó el proyecto, más los cálculos y el plano. La Municipalidad recibió los planos de manos de la empresa Martinazzo que era la adjudicataria de todo y se controló que se hiciera en función de eso. Los hierros que se colocaron y el hormigón que se colocó fue realmente lo que decía el pliego. Está todo documentado con fotografías, pero no había forma de objetar cosas en la obra porque la Municipalidad no tenía la capacidad para realizar la cisterna. Por eso, la saca afuera para que la haga una empresa. Si hubiésemos tenido la capacidad, lo hubiésemos hecho como hacemos con obras de cloacas, gas, o pavimento. Hay que empezar por ahí: la obra salió afera para que la ejecute una empresa que, teóricamente, estaba capacitada para hacer este tipo de obras. Los controles estuvieron supeditados a verificar que se hiciera en función de pliegos o planos.

¿El municipio podía saber si ese diseño de cálculo era adecuado para almacenar el volúmen que había previsto?
- No tenía esa capacidad y no lo hizo. La empresa se encargó de todo. La Municipalidad no diseñó nada, no calculamos nada. De hecho, no soy ingeniero ni puedo hacerlo

Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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1 comentario:

  1. Montes, si vos la tenías que controlar tendrías que haberte interiorizado un poco sobre este tema antes de aceptar hacerlo. Parece que ser un empleado crónico no es sólo patrimonio de Brusasca.

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