Jessica Benavídez se probó como cantante melódica y pasó a la final de Soñando por cantar

Se fue sin un peso al casting de Tucumán porque no pudo ir al de Córdoba. Allí, le dieron la posibilidad de presentarse y se despachó con una potente versión de Qué ganas de no verte nunca más.

Hace rato que Jéssica Benavídez espera que su carrera artística de un vuelco definitivo que le permita vivir de la música, haciendo una de las cosas que más ama en el mundo. Y por segunda vez, tuvo la posibilidad de estar en un programa de Ideas del Sur, la productora televisiva propiedad de Marcelo Tinelli.
Primero había sido en el segmento 30 segundos de fama del programa Show Match y hace muy poquito fue en Soñando por Cantar que viene siendo un fenómeno de rating en todo el país. Sin que le tiemble un músculo, Jessica se presentó ante Alejandro Lerner, Patricia Sosa, Oscar Mediavilla, y Valeria Lynch y se probó como cantante melódica y sin su atuendo característico de folklorista. No le fue nada mal cantando Qué ganas de no verte nunca más porque se sacó el pasaporte a la final del Soñando por Cantar.
Pero mejor que lo cuente ella misma, cómo fue su experiencia de cantar para todo el país.

¿Cómo fue que llegaste a Tucumán?
- En realidad, el casting que se hizo en Córdoba fue para uno de los primeros programas que se armó y yo no llegué. No tuvo mucha difusión y por cuestiones de trabajo no pude llegar. Cuando me entero de que se hacía en Tucumán, tome vuelo para allá, fui a hacer el casting y gracias a Dios se dio, quedé. Competí allá representando a la sede Tucumán.

La gente que te conoce, te vio por la tele sin tu atuendo y sin interpretar una canción de folklore. ¿por qué la elección de un tema melódico?
- Fue tirar la taba y ver qué pasa. Pasé por dos castings importantes a nivel nacional como fueron el de 30 segundos de fama y el casting de la tele y siempre me presenté con folklore. Siempre llegaba hasta la instancia final. Lo pensé, lo pensé, muchas veces, y la idea de estar ahí a través del melódico era arriesgarme para ver hasta dónde puedo llegar y probar. El que es músico hace todo lo que es música, aunque no creo cantar rock en un futuro. Sí, me gusta el melódico, fue una opción y no me ha ido mal. En realidad, iba a hacer otro tema que era Señor amante, aunque está dentro de la misma línea. Estoy muy contenta con lo que me pasó con el melódico aunque no voy a dejar mis raíces que tienen que ver con el folklore, con lo que yo me inicié. En el futuro se verá qué puede pasar. No estoy exenta de nada. Mientras se trabaje y pueda llevarlo bien, adelante.

Fue una apuesta importante porque tenías que cantar ante la autora del tema ¿Cómo fue cantárselo a Valeria Lynch? ¿Qué sentiste en ese momento?
- Estaba ansiosa porque estar ahí es mágico. En ese momento no pensás que te está mirando todo un país. A mi me pasa que subo al escenario y lo que sea: una zamba, una chacarera, un melódico siempre trato de defenderlos con lo que más pueda y con lo que tengo que es mi voz. Qué esté ahí Valeria Lynch, la creadora de ese tema, es como que te da mucha responsabilidad. Primero, tratando de buscar una línea de que no sea igual a la versión que ella cantó y darle el toque que cada artista tiene, esa luz que se le puede dar a cada tipo de estilo. Fue una responsabilidad bastante bien defendida. Creo que quedó impresionada.

¿Tuviste la oportunidad de cruzar alguna palabra con el jurado?
- En el corte, los saludé y la devolución de Valeria Lynch fue que era buenísimo que abriera tanto la boca para cantar y que había visto los cuatro arreglos de la muela de tanto que había abierto la boca. Estaba nerviosa pero con lo que me dijo me tranquilice porque pensé que, por lo menos, estaba haciendo bien las cosas. Eso fue lo único que crucé con ellos

Hubo un momento fuerte dentro del programa que fue cuando le dedicaste el tema a tu madre ¿Cómo hiciste para no quebrarte?
- A mí me cuesta quebrarme en vivo, pero sí me genera mucha emoción y no puedo hablar directamente. Haceme cantar pero cuando estoy nerviosa no me pidás hablar porque meto la pata hasta el fondo. Pero ese momento fue muy fuerte. Estuve pasando por una situación muy difícil porque sin mi vieja tuve que adaptarme a tener que manejarme sola junto con mi hermana más chica. Eso afecta todo. Más en esta carrera artística en que tenés que salir a un escenario y decir está todo más que bien, aunque uno abajo tenga un millón de problemas. En el programa me cuestionaba porque había perdido la oportunidad de estar en Córdoba y veía el programa y decía ‘quiero estar ahí’ , ‘tengo que estar ahí’, y se dio la oportunidad y se dio todo redondito. No tenía ni un peso para el colectivo. Por suerte hay gente que siempre me acompaña. Fui con los pasajes ida y vuelta a hacer el casting y volví. Por ahí, toda esa fortaleza que mi vieja me dio para salir adelante es lo que me ayuda a no quebrarme. La gente a eso no lo ve. Decía que no puede ser lo que es la vida, pero siempre hay una solución. Pienso que mi vieja es uno de los pilares que todavía tengo. Es muy loca la conexión que todavía hay aunque no esté físicamente. Gracias a ella y al “barba” de arriba que hacen que todo sea posible.

¿Qué le falta a la carrera de Jéssica Benavídez para que explote? ¿Qué le falta para que eso pase?
- Es un poco de todo. Hoy, está muy difícil. No es como en otros tiempos en que salías a cantar y era todo novedoso. Ahora es como que cada vez hay más músicos, cada vez hay más lugares donde uno tiene que ir a mostrarse. Y no alcanza. Lo económico es lo más importante. Lo fácil es salir en Cadena 3 todos los meses, salís en Telefé, en Canal 12, y en un mes vos ya sos la gigante del norte cordobés. Sino te la tenés que rebuscar durante un cierto tiempo, aunque no sabés cuánto. Yendo a Buenos Aires, plantándote en todas las ferias, estar en todos los medios, estar donde más puedas. ¿Pero eso cuánto tiempo lleva? Por ahí, podés demorar toda la vida.  Pero siempre hay oportunidades como estas que te dan como un empujoncito. Te abren la puerta y vos tenés que ver qué pasos vas a hacer. Por eso hay artistas como yo  que usan estas posibilidades para su carrera. Son muy buenas porque te ven a nivel país y te ayuda muchísimo porque despierta el interés en muchos medios y eso hace que, por lo menos, uno pueda seguir adelante y que no le sea tan difícil. Más allá de que todavía sigue la lucha.

Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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