Seguridad: crece el interés en la región por instalar sistemas de vigilancia con cámaras de filmación

Cada vez son más los comercios o las personas que prefieren monitorear lo que pasa dentro de sus propiedades desde cualquier lugar en que se encuentren. Hay oferta de todo tipo de tecnología y con precios que se pagan por única vez.

Independientemente de la ocurrencia o no de hechos contra la propiedad, quienes tienen la posibilidad de añadir un elemento más a la seguridad personal o de su negocio cada vez más acceden a instalar lo que se denominan Circuitos Cerrados de Televisión (CCTV) que permiten monitorear las pertenencias desde cualquier lugar en que se encuentre.
Los sistemas de uso más frecuentes de CCTV son dos: Uno que incorpora un equipo DVR o videograbadora que incluye un disco rígido para almacenar todo lo que va captando y se puede configurar para que comience a grabar cuando se detecta un movimiento anómalo. Esa misma detección permite el envío de una señal de alarma al lugar que elija el usuario respecto de ese movimiento.
Los sistemas de DVR generalmente se colocan en módulos de cuatro, ocho, o deiciseis cámaras en color y que se pueden monitorear vía internet. El propietario, por ejemplo, está de vacaciones y desde cualquier cyber o lugar en que haya acceso a internet se ingresa y se moniterea lo que está sucediendo en tiempo real. El avance de la tecnología ya permite el uso de micrófonos para escuchar lo que ocurre en el lugar donde están colocadas las cámaras.
El segundo sistema es un poco más simple y se realiza a través de una PC que se configura exclusivamente para las cámaras. También, se pueden colocar bajo este sistema cuatro o más cámaras. En este sistema, se puede configurar la PC para que envíe un correo electrónico con la foto del momento en que se detectó algo anómalo. También, permite acceso a través de internet y se pueden instalar micrófonos.
Sergio Puiatti, propietario de  Servicios ETA y miembro de la Cámara de Empresas de Seguridad Electrónica del Centro de Córdoba (CESEC), señaló que la demanda de instalación de estos sistemas se reparte en partes iguales entre comercios y casas de familia: “Está muy de moda ya que ha bajado mucho de precio y los usuarios pueden elegir entre infinidad de tipos de cámaras, incluyendo los domos cuyos movimientos se controlan en forma remota y las cámaras profesionales que permiten ver hasta cuánta plata están contando en un negocio”.
Las cámaras más sofisticadas permiten hacer zoom hasta niveles importantes y hacer giros de 360 grados para que nada quede fuera de la visión del que monitorea el sistema.
A diferencia de otros sistemas de monitoreo, la instalación de estos sistemas implica un pago inicial y único por el servicio. Actualmente, un sistema básico con cuatro cámaras en el sistema DVR orilla entre 4500 y 5000 pesos, dependiendo del contexto en el que haya que instalar las cámaras, y la distancia entre ellas.
En todos los casos, se trata de cámaras que cuentan con sensor de movimiento que permiten que se active en forma automática la grabación en caso de movimiento inusual. En el mercado, también se pueden adquirir cámaras con sensor infrarrojo para evitar que haya que encender una luz para registrar lo que sucede en el perímetro filmado.
Respecto de los cortes de luz,  generalmente se instalan los equipos con UPS, de modo que sigan funcionando, aunque vale destacar que el consumo energético de estas cámaras es realmente muy pequeño.
De cara al período de vacaciones que se viene, se incrementan las consultas y las operaciones para la instalación de cualquiera de los sistemas. El monitoreo se puede hacer viendo todas las cámaras al mismo tiempo o una por una, de acuerdo a lo que el usuario prefiera.
“Para cada necesidad, hay una respuesta: desde la tecnología inalámbrica hasta la menos sofisticada pero igualmente útil para el caso de los que precisan vigilar espacios pequeños”, explicó Puiatti.
A nivel local, Servicios ETA viene trabajando en forma conjunta con Softel en la parte de la programación. La intención de esta alianza local es montar un show room donde poder mostrar la tecnología y los servicios disponibles.
Aunque resulte una obviedad, instalar cámaras con micrófonos es exponer parte de la vida personal o comercial como en una suerte de Gran Hermano, de modo que esa combinación todavía no se elige demasiado entre los compradores locales del sistema. Y hay un asesoramiento respecto de en cuáles lugares no instalar las videocámaras para no interferir en la intimidad que toda familia pretende.
A nivel local, el sistema fue probado por varias firmas comerciales como Farmacia Zaya, Máquinas y Servicios, y Panadería Santa Ana, entre otros, además de un número importante de casas de familia.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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