Jesús María cambiará su basural a cielo abierto por el método de encapsular los desechos en bolsas de 4 o 5 toneladas que se tapan con tierra y que se transforman con los años en compost. La inversión es maquinaria será de un millón de pesos.
Después de analizar diferentes alternativas, el municipio de Jesús María decidió optar por el encapsulamiento de la basura para resolver un problema que lleva en la ciudad más de una década.
Se trata de una metodología que se viene utilizando en Leones donde la fábrica Ferioli tiene en venta las máquinas que permiten ir colocando la basura en bolsas de 2200 micrones y con un peso de entre cuatro y cinco toneladas.
La operación del basural a cielo abierto hoy le cuesta al municipio 200 mil pesos por año, mientras que la creación de un vertedero controlado (a todas luces, el mecanismo que debería utilizarse) elevaría los costos a un millón de pesos. En este caso, el encapsulado pondría los costos en 600 mil pesos, esto es, una reducción de un 40 por ciento en el costo anual de mantenimiento.
Pero la ecuación es diferente en el caso de la inversión inicial que para un vertedero es de 300 mil pesos por la construcción de la fosa y, en el caso de la basura empaquetada. la inversión inicial es de un millón de pesos por la maquinaria a la que se le supone una vida útil de cinco años.
En resumen, se trata de un cilindro de 16 metros de largo y 1,6 metro de alto de los cuales 8 metros son ocupados con el cabezal y un vástago que van comprimiendo con presión la basura hasta que mil kilogramos de desechos se transforman en un metro cúbico de desechos compactados. El aparato empuja la basura hasta uno de sus extremos donde se coloca la bolsa de 2000 micrones (para comparar, un silobolsa de uso agrícola tiene 250 micrones) y que cuenta con un entrelazado para evitar las roturas por elementos cortantes.
Esas bolsas se trasladan y se disponen una pegada a la otra y se tapan con tierra porque la bolsa no cuenta con protección ultravioleta. Las bolsas se pueden enterrar o disponerse en playones, dependiendo de la profundidad a la que se encuentren las napas de agua.
Un dato importantísimo es que no conviene bajo ningún punto de vista mezclar residuos húmedos con secos, particularmente plástico y vidrio de los que resulta difícil su compresión. Por ello, resultará de vital importancia profundizar las campañas de concientización sobre separación de residuos en domicilio y que los recuperadores sigan separando en el predio del basural.
Los últimos datos
Durante el último mes, la Cooperativa que se desempeña en el basural municipal logró evitar que se entierren 130 toneladas de material reciclable, lo que pone la tasa de recuperación en un 15 por ciento del total que se recibe. Se trata de una tasa aceptable, incluso cuando se la compara con la de países desarrollados.
El objetivo es que ese recupero llegue a 200 toneladas mensuales. Para 2011, se proyectó la construcción de un galpón donde la cooperativa pueda separar y almacenar su material recuperado. Paralelamente, se formulará una invitación a empresas que quieran instalarse en el predio para el procesamiento de plástico o de cartón que aumenten el valor agregado del material que se recicla.
En esa misma senda, hay intenciones de que la cooperativa venda los materiales en fardos para que tenga un valor agregado. Ese ítem está incluído en el presupuesto 2011.
Las preguntas
¿Qué pasa con el gas metano que genera la basura y qué pasa con los líquidos lixiviados en el sistema de encapsulamiento? Según explicó al responsable de saneamiento municipal, Luis Picat, la bolsa en la que se encapsula la basura no queda herméticamente cerrada, de modo que existe la posibilidad de que el gas se ventee por esas extremidades. En cuanto a los lixiviados, la mayor cantidad se genera durante la compactación de la basura, de modo que la descomposición en lixiviados se realiza casi en el mismo momento en que se prensa el material.
Según algunos estudios que mencionarios los funcionarios municipales, aparetnemente uno es de la Universidad de La Plata y otro que habrían realizado n Brasil, el material que se acumula en las bolsas se comporta de modo tal que a los dos años la curva de descomposición se estabiliza y es posible abrir la bolsa para recuperar ese material que se transforma en compostaje apto para usar como fertilizante o como abono.
La maquinaria para hacer el encapsulado no fue adquirida aún por el municipio, aunque ya tiene el presupuesto en la mano. La comisión municipal que se conformó para resolver la cuestión de la basura autorizó la compra, aunque de todos modos respaldarían el apoyo con una ordenanza. Lo que negocia por estos días el municipio es la forma de pago.
La tecnología que se utiliza para el encapsulado no habría sido homologada todavía, pero una señal aprobatoria es que la propia Secretaría de Ambiente de la Provincia viene dando el visto bueno para su utilización y, de hecho, adquirió dos de esas máquinas para Laboulaye y Vicuña Maquena.
En Buenos Aires, la Secretaría de Ambiente la homologó y ya está funcionando en Lincoln. Aseguran que el método sirve para comunidades que tengan menos de 100 mil habitantes.
La remediación
Compactación, acordonamiento, y tapado con suelo de cordón fue el ítem que el municipio contrató con la empresa constructora local Ansaco, que ya está trabajando en el predio con topadora y pala cargadora para comenzar la remediación del basural en 40 mil metros cuadrados de extensión.
La empresa ya había hecho otros trabajos en el mismo predio, concretamente con la excavación de una fosa y el empuje de la basura, hace varios años.
Palabras más, palabras menos, el trabajo consiste en “empujar la basura” y armar cordones de 100 metros de largo en una extensión de 400 metros. Los cordones o montículos que estarán separados entre sí por unos 20 metros de distancia.
Una vez que se apila la basura, se la tapa, y con posterioridad se procede a la parquización del espacio. Lo curioso es que se acordonará basura que lleva cerca de dos décadas enterrada con otra que se arrojó la semana pasada ya que el tratamiento actual no escapa la de ninguno de los basurales a cielo abierto. Obviamente, una parte de la basura permanecerá enterrada ya que solo se trabaja a nivel de superficie. La estimación es que se podría ir avanzando por día entre 20 y 50 metros en función de que hay que acordonar cientos de metros cúbicos de basura.
Según el pliego original, el trabajo de acordonamiento, compactación, y tapado debiera ser realizado en unos 60 días. La inversión en este ítem orilla los 250 mil pesos.
Desde aquella declaración en colapso del basural, durante la gestión del ex intendente Jorge Colombo, a la fecha han pasado diez años y las promesas de solución para el problema de la basura fueron muchas. Lo deseable sería que se vaya trabajando en forma paulatina hacia la resolución definitiva del problema. El encapsulamiento puede ser un primer paso hacia aquel objetivo con la visión de cuidar el ambiente.
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