“Lo primero que se pierde en una cultura es la música porque no queda nada escrito. No se puede amar lo que no conocemos”, es lo primero que señala el antropólogo Jorge Esteban para referirse a la pasión que le puso a investigar las costumbres musicales de nuestro país y de Córdoba. Estuvo en el IPEM 272 conversando con alumnos de primero a cuarto año y tratando de contagiarles el amor por la música que descubrió.
¿Qué es lo que los argentinos y los cordobeses no conocemos y, por tanto, no valoramos sobre nuestra música?
- Conocemos poco. Conocemos un 30 por ciento de nuestro folklore que es el que se escucha acá en la plaza, pero hay un 70 por ciento que no se escucha que es la música originaria. No decimos aborigen que es el nombre que le dio el capitán Cook a los nativos australianos. Tampoco decimos indígenas porque significa indigente ni tampoco decimos indios porque son de la República Federal de la India. Los llamamos nativos. Hay un gran prejuicio sobre ellos y que ayudó a consolidar la Iglesia y los españoles que señalaban que era música diabólica la que hacían. Hay instrumentos que no se conocen, que se perdieron en la oscuridad de los tiempos. Hicimos un trabajo antropológico con los instrumentos ancestrales y fuimos a estudiarlos uno por uno.
¿Qué instrumentos aparecieron, por ejemplo?
En términos musicales uno piensa si con los intrumentos nativos se pueden tocar ritmos actuales
- Eran instrumentos mágicos religiosos. Ni siquiera se bailaba esa música. Era para las deidades como si fuese la música barroca para las iglesias.
¿A qué se dedica la Fundación Etnias Argentinas?
- Es una fundación de arte para proteger las raíces, sean musicales, alimenticias, danzas, coreografías, cerámicos y costumbres porque cada día se están perdiendo más. Les pido a las comunidades que no pierdan su folklore porque estamos una raíz muy grande.
¿Nos hace falta recuperar ese pasado que se está perdiendo?
- Lo que sí tenemos que hacer es no olvidar nuestra fuente porque un país que pierde su lengua y su música pierde el 70 por ciento de su soberanía interior. Dejemos de adorar lo de afuera. Es una cuestión de autoestima porque soy argentino.
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