El reclamo por mejores salarios dentro de Gendarmería Nacional no es nuevo. Pasaron la década menemista sin recibir un solo incremento salarial, pese a que con el uno a uno también había inflación. Recién en los primeros años del siglo 21 se produjeron algunas mejoras, aunque muchas de ellas fueron motivadas por amparos judiciales.
Y, probablemente, el conjunto de todas esas injusticias pasadas hizo que la movilización del personal estalle cuando se conoció que a sus pares de la Prefectura Naval el último salario le había llegado con recortes por imperio de un decreto presidencial.
Poco pudo hacer la oficialía dentro de la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional Cabo Raúl Remberto Cuello para frenar la protesta ya que los subalternos estaban decididos a frenar la posibilidad de que sus magros salarios sufran algún tipo de recorte.
Así fue que durante la mañana del pasado miércoles ganaron las calles al grito de ‘el sueldo no se toca’ y ‘sueldo digno, igual seguridad’. Y lo que parecía una medida preventiva para evitar un recorte trocó ese mismo miércoles en un reclamo de recomposición salarial que eleve el mínimo por gendarme a 7 mil pesos.
En espera de una respuesta de las autoridades nacionales, el personal subalterno de Gendarmería montó una vigilia en inmediaciones de la plazoleta San Martín, hasta este martes, con un fuerte respaldo de instituciones locales.
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