Son alumnas de quinto grado de la Escuela República de Italia y pasaron todas las clasificaciones locales, regionales y provinciales. Ahora, irán a Mar del Plata a participar de la instancia nacional.Llama la atención que una escuela pública de Colonia Caroya que no recibe beneficios del Festival de Doma y Folklore venga teniendo los resultados que viene consiguiendo durante los últimos cinco años en los que logró colar algún alumno en la final de las olimpíadas de matemáticas.
No se trata de que haya profes de matemática que estén desde hace siglos allí ni tampoco de que los alumnos con facilidades para esta materia hayan decidido ir todos a ese colegio. No. En realidad es una conjunción de estímulos, de docentes con vocación de enseñar a pensar y razonar con matemáticas, y de alumnos con predisposición a aprender todo lo que les enseñan.
“Hace años que venimos trabajando con los chicos apoyándolos para que participen de las olimpíadas. Y al resto de los chicos, aunque no participen, se los va estimulando con problemas y desafíos desde antes de que tengan edad para poder participar”, explicó Mariana Nanini, una de las docentes de matemática de la escuela.
Su colega, Sandra Videla, añadió: “Se apunta siempre a que razonen, al pensamiento del chico que los ayuda a encarar el tipo de problemas que les dan en las olimpíadas”.
Partir de situaciones problemáticas y razonar hasta llegar al resultado es una práctica que se replica en todas las materias que se enseñan en la escuela, no sólo en matemáticas, y forma parte del Proyecto Educativo Institucional. Los papás participan regularmente a través de encuestas que sirven para ir reformulando ese PEI.
El resultado de ese trabajo está a la vista porque para la 21° Olimpíada Matemática Ñandú dos alumnas de quinto grado que participaban por primera vez clasificaron a la instancia nacional.En 2010, lo había hecho Valentina Vázquez Bournot. En 2007, Milagros Aliendro.
Y la posta la tomaron este año Lucía Carolina Crivello y Marianella Abigail Geisa.
“El mérito es de los niños, lo nuestro es el acompañamiento y la guía. Ellos son los que se ponen esa meta de trabajar porque les gusta o tienen facilidad para esto. Y los padres también se comprometen”, agregó la seño Mariana.
Lucía tomó la posta para contar cómo fue todo el proceso que la llevó a clasificar: “En la mayoría de las instancias, menos en la de La Falda, los problemas me resultaron fáciles”.
Lo que parece fácil fue, en realidad, bastante complejo porque en cada instancia tuvo que resolver tres problemas, dos de matemáticas y uno de geometría.
“A mí también me resultaron fáciles porque lo único que hay que hacer es pensar bien”, completó Abigail.
Las alumnas tienen noticias de que el encuentro que tendrá lugar en Mar del Plata la semana próxima presenta problemas donde hay mucho para razonar.
¿Qué les gusta de las matemáticas? Lucía contestó: “Para mí es lo más fácil porque, ponele en lengua, tenés que fijarte si no tenés errores de ortografía y todo eso. Entonces, prefiero matemática”.
Abigail, en cambio, fundamentó por qué le gusta más: “Porque tenés que pensar cómo resolver las cosas. Me gusta más esa parte y no la de las multiplicaciones, por ejemplo”.
Vale aclarar que ambas tienen diez y once años y se desenvolvieron muy bien ante las preguntas que los medios de comunicación locales les fueron formulando. Para la escuela, este nuevo logro fue muy importante, tanto que lo exhiben orgullosos en cuanta oportunidad tienen.
bien chicas!!!sigan asi, que despues van a ser las bochas de la escuela en mate.!!!!suertee!!
ResponderEliminar