Cuál es la oferta de riego en la región, cómo hacer riego localizado en frutales, cómo hacer fertiirrigación en frutales, y cómo determinar demanda y eficiencia de riego fueron algunos de los temas sobre los que trató este encuentro que tuvo lugar en las instalaciones de la EFA.
Eduardo Riera, director de la institución, explicó los motivos del encuentro y la razón por la que fueron anfitriones: “La intención como escuela es generar espacios de encuentro con los productores y que sirvan también para nuestros alumnos como un espacio de aprendizaje”.
“Hemos tenido todo el apoyo del INTA y de los municipios, pero también tengo que destacar el esfuerzo de los profesores y de la institución y el tiempo que le dedicaron a programar este encuentro”, añadió Riera.
A su turno, la Ing. Agr. Daniela Mansilla Galdeano profundizó algunos aspectos que motivaron la realización del encuentro y la elección del tema porque la preocupación histórica del INTA en esta región ha sido y sigue siendo ver cómo se les ayuda a los productores a mejorar su producción, pero teniendo en cuenta una cuestión clave: el agua es un recurso escaso que, afortunadamente, pudo ser canalizado pero cuyo uso hay que hacerlo más eficiente.
“Lo que hicimos -señaló Mnasilla- ante esta problemática que lleva años siendo planteada por los productores de la zona y que es una preocupación desde el municipio y desde instituciones técnicas como el INTA es plantearle una solución a esta escasez del recurso que cada vez es mayor por una cuestión de demanda. La población aumenta y el recurso es requerido para otros usos con lo que el riego siempre se posterga”.
“La idea de este encuentro que era trabajar con los chicos de la escuela, y los productores es poner un poco de luz respecto de la situación real que tenemos hoy y cuáles son las alternativas que tenemos para poder ser más eficientes en el uso del recurso”, añadió la profesional.
El encuentro coincide con la formación, hace menos de un año, de la mesa del agua donde se viene discutiendo cómo hacer para que este recurso no se pierda en el camino y se aproveche al máximo.
“Como sector productivo -explicó Mansilla- tenemos una responsabilidad muy grande porque manejamos un volumen de agua muy interesante en cantidad y tenemos que ser lo más eficientes en el uso. Planteando estas capacitaciones el productor puede hacer un uso más racional del agua y, al mismo tiempo, mostrar cómo teniendo conciencia sobre este uso podemos llegar a producciones sustentables. Pero eso también lo tiene que entender la industria, el comercio, y hasta los mismos usuarios domésticos que cada sector tendrá que plantearlo de la manera en que le toque”.
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