Breaking News
recent

Del Dengue, la Gripe A y otras pestes


Por: Amílcar Ñáñez (Presidente del Concejo Deliberante de Colonia Caroya)

Otra mirada que vincula las políticas sanitarias con la gestión presidencial.

Los argentinos venimos soportando en los últimos meses los avatares que implican vivir en un país sin políticas de Estado concretas, siempre hablando de la salud, porque en lo demás según Néstor Carlos I y la princesa consorte, Kristina, está todo bien.
Qué difícil se hace para aquellos que tenemos responsabilidad política ante nuestros conciudadanos, poder ofrecer respuestas concretas ante la demanda de la sociedad en la que uno vive y se desarrolla. Y, además, que uno pueda conjugar lo que se debe hacer con lo que efectivamente se puede hacer, esto es más que un juego de palabras.
Nuestro país está sufriendo una pandemia de gripe A como otros países del mundo, pero la diferencia radica en que aquí, ante este cuadro de situación, ni el Ejecutivo Nacional, ni el Ejecutivo Provincial, quisieron o supieron articular un plan sanitario concreto y efectivo ante el avance de dichas epidemias, con el agravante de que el Dengue volverá con fuerza una vez que empiecen las altas temperatura de verano y otra vez aparezcan los mosquitos.
Esto es más que una nota común, es pensar en voz alta y decir que en los últimos años, la mayor peste que ha azotado este bendito país, es la clase política dirigente, que no tiene escrúpulos a la hora de estafar al ciudadano una y otra vez.
Elección tras elección hemos ido renovando las esperanzas y también nos hemos dado de narices con estrepitosos fracasos. Para los que tenemos más de 30 años, pasamos una parte de nuestra adolescencia con Alfonsín, cumplimos la mayoría de edad con Menem, nos esperanzamos con De La Rúa, nos amargamos con Duhalde y no le creímos a Kirchner y menos a Kristina.
Llegamos al verano de nuestras vidas y uno es lo que un hace de sí mismo y las circunstancias que lo rodean. Kirchner ha demostrado que no tiene y no tuvo plan de gobierno concreto, mas que el de hacer de cada sector que no acatara sus órdenes un enemigo. Primero fue el mundo y el FMI, después el PJ y creó la transversalidad, atomizando a los partidos políticos y seduciendo a sus dirigentes, después el campo, resucitando viejas antinomias y demostrando su revanchismo setentista que ya nos cansa un poco, porque él y su esposa huyeron hacia el sur a ejecutar hipotecas desde su estudio jurídico de Santa Cruz, mientras otros que no tenían desaparecidos en su familia se quedaron a luchar por los derechos humanos como lo hizo Alfonsín.
Entonces vemos que la memoria, la verdad y la justicia de este gobierno, sufre de miopía.
Trazando un paralelo, sucede lo mismo en la economía, para redistribuir la riqueza, hay que generarla y que mejor para Néstor Carlos I que meterle la mano descaradamente en el bolsillo a los campesinos.
Qué consiguió a la postre: volver a perder una oportunidad histórica de encauzarnos en un crecimiento sostenido, aunque más por factores externos que por meritos de este gobierno.
Ahora le dicen “partido sojero”, a los que con esfuerzo lograron levantar nuevamente la economía del país, a los que ponen el lomo a diario y no se llevan la plata a Suiza, a los que invierten en el pueblo en que viven, generando trabajo genuino para todos.
Está mal ganar dinero trabajando, claro, hay que ser como Néstor y Kristina que en seis años septuplicaron su patrimonio personal sin poder justificar cómo, pero eso sí dándole prebendas a sus edecanes de rapiña como Lázaro Báez, constructor de cuanta obra pública se haya realizado en Santa Cruz, o Cristóbal López, el zar del Juego o Eskenazi su testaferro en YPF y ni hablar de Moyano en la CGT o D`Elia sin olvidarnos de su séquito de ministros que trabajan para la Corona, no para la República.
Así estamos, aunque las elecciones pasadas nos dieron una nueva esperanza, porque es deber de argentino bien nacido, no aflojar en la subida y menos cuando el cambio genuino lo podemos realizar nosotros mismos, cada uno en su puesto de trabajo, de estudio, o el lugar que ocupe.
Siempre que tengamos presente, que los que gobiernan han salido del mismo pueblo y que es responsabilidad nuestra de participar para el bien de todos, porque no hay peste mas resistente que la que no se combate y la mejor arma para defenderse es la educación, la cultura del trabajo y los valores de la ética y la decencia.
Con esto me despido hasta la próxima, cuídense de la gripe A, del mosquito y de cuanto político de medio pelo los quiera embaucar.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

3 comentarios:

  1. REPITO SOLAMENTE EL PRIMER PÁRRAFO QUE ESCRIBE ESTE SEÑOR ÑAÑEZ : "Los argentinos venimos soportando en los últimos meses los avatares que implican vivir en un país sin políticas de Estado concretas, siempre hablando de la salud, porque en lo demás según Néstor Carlos I y la princesa consorte, Kristina, está todo bien.". BUENO, HAY MUCHA CARADUREZ Y CERO AUTOCRÍTICA EN ESAS PALABRAS. PORQUE... HABLANDO DE POLÍTICAS DE ESTADO CONCRETAS: ¿CUÁL ES EL GOBIERNO MUNICIPAL QUE ELIMINÓ EL PROGRAMA DE MÉDICOS COMUNITARIOS QUE LA NACIÒN HABÌA PUESTO EN COLONIA CAROYA? FUE LA GESTIÒN QUE APOYA AMILCAR ÑAÑEZ, EN UNA MEZCLA DE ANTIKIRCHNERISMO BOBO Y FALTA ABSOLUTA DE CONCIENCIA DEMOCRÁTICA PARTICIPATIVA Y SOCIAL.

    CON ESTO ME ALCANZA PARA SABER QUE LA NOTA DE ÑAÑEZ TIENE MUCHA MALA LECHE Y ES TOTALMENTE GORILA. NO LA SIGO LEYENDO PORQUE YA SE LO QUE VIENE.

    ACLARO QUE NO SOY KIRCHNERISTA, PERO SOY OPOSICIÓN A ESTA OPOSICIÓN DEL KIRCHNERISMO. A LA OPOSICIÓN EGOÍSTA, SOBERBIA Y DERECHISTA DE ÑAÑEZ.

    ResponderEliminar
  2. Adhiriendo a la postura no kirchnerista pero totalmente opositora de esta oposición al kirchnerismo de Rodrigo Chaves quiero dejar mi opinión acerca de tan hipócrita nota del sr. Ñañez.
    Me pregunto: ¿tienen un plan de gobierno aquellos sectores que reivindican políticas neoliberales llevadas a cabo por un gobierno genocida? Sí, lo tienen y es el que defienden y vieron su realización en los setenta, su apogeo en los 90 y temieron su caída con "la 125".
    Reivindican gobiernos golpistas porque en ellos encontraron la forma de agrandar sus propiedades llenandose los bolsillos a costa de desocupación, hambre y miseria. Eso si, como Videla, se sientan en el primer banco de una Iglesia un domingo y escuchan la Palabra y palabras como compartir y amar al prójimo se hacen aguas de lunes a sábados.
    Y algo más que me pregunto sobre las políticas de gobierno del municipio de Colonia Caroya: ¿cómo pueden crticar políticas sanitarias cuando impiden que elijamos como vivir: con glifosato o sin glifosato, con aire limpio o con veneno? A mi nadie me pregunta, pero por si le interesa al Sr. Ñañez -que debe ser así porque es concejal de mi ciudad-, yo quiero vivir en un ambiente sano, quiero tener hijos sanos.
    No niego que el secctor del "campo" sea un sector importante en nuestra economía de exportación, pero en mi país -que es el mismo de este sector que progresó tanto- hay hambre. Hambre de justicia desde hace 30 años, hambre de democracia, de reconocimiento a las culturas que lo habitan,hambre de trabajo, trigo, maíz, leche, carne. Lo que no veo es hambre de soja, de quererse envenenar para que otros vean agrandar su rinde, porque si no lo hacen cortan una ruta por semanas impidiendo que llegue mi carne, mi leche a mi mesa. Eso si, cuando el corte lo hace un D'Elía, un Moyano, no es legítimo, ni si quiera cabe preguntarse si puede llegar a serlo, yo propongo que nos preguntemos, nos hagamos preguntas.
    Mi última pregunta es: ¿cómo municipio no se deberían llevar a cabo verdaderas políticas sanitarias y ambientales que persigan la salud de todos?
    Eugenia Sánchez

    ResponderEliminar
  3. Me produce una tremenda lástima la nota publicada por el señor "Presidente del Consejo Deliberante" de Col. Caroya, Sr. Ñañez.
    Usted, Sr. Ñañez, parece no saber que muchos de nosotros queremos vivir en un ambiente sano y puro; que alrededor de su ciudad mucha gente aspira Glifosato y se enferma.
    Y sabe que?, por lo general no son los dueños del campo los que sufren las consecuencias, y menos quienes trabajan diariamente "rompiendose el lomo". Me parece una insensatez decir que generan trabajo genuino, cuando todos sabemos que detrás del peón, que es el principal trabajador de la tierra, hay solo contrato temporal y encima corre tremenadas posibilidades de terminar enfermo. De mas está decir que es mal pago. ¿Eso es un trabajo digno?
    Ahora...¿todo esto para que?, Ah, Disculpe!, olvidaba que la "comunidad sojera" fue quien levantó al país y es la "única" que verdaderamente "se rompe el lomo laburando"...
    Hay que repensar muchas cosas...¿a costa de quienes "levantaron al país"?, ¿a costa de qué se produce la ganancia que da la soja?.
    Temo decir que es usted quien, en todo caso, debe replantearse si sufre o no de miopía.
    Atte.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.