Colonia Caroya celebró 133 años de vida y las instituciones tributaron al trabajo, la familia, y las tradiciones de los “nonos”.
Repitiendo una idea que tuvo buena receptividad entre los vecinos, el municipio de Colonia Caroya decidió darles el protagonismo discursivo a las instituciones en el aniversario 133 de la ciudad. No habló ni el intendente, ni los funcionarios, ni los ediles.
Simplemente, fueron parte de la organización y su protagonismo se redujo al izamiento de la bandera y a la presentación de la ofrenda floral. Todo el resto, se lo cargaron las instituciones.
La ceremonia del 15 de marzo, en el tramo de los discursos, comenzó con las palabras del sacerdote Pacífico Gasparrini, quien refirió que se encontraba en ese lugar no como un extraño sino como un caroyense más. “Entré a la República Argentina a través de Colonia Caroya y donde pasé mis tres primeros años conociendo mucha gente”, comenzó explicando el sacerdote napolitano que vive en nuestro país desde hace 59 años.
“Quisiera subrayar -añadió Gasparrini- tres valores de los cuales he sido testigo aquí. El primero de ellos es la familia porque ahí empieza la cuna de una ciudad, de un país, y del mundo. El segundo valor es el trabajo. Nunca me cansé de hablar de Colonia Caroya porque fui testigo de este valor que hizo de esta zona desierta -ya lo vemos- un vergel. Cuando vinieron unos parientes de Estados Unidos, los traje a ver los viñedos y quedaron asombrados. Y el tercer valor es la fe que he tratado de trabajar como párroco, como sacerdote, como misionero. Debemos conservar la fe. Hay una constatación bastante triste porque en algunos lugares la lámpara de la fe parece que está apagandose. Es una crisis a la que tenemos que reaccionar defendiendo ese valor y viviéndolo sobre todo”.
Los herederos de la historia
Después llegó el momento de la Asociación Friulana ALEF que, representados por Daniel Cargnelutti, dejó su mensaje con motivo del aniversario: “No solamente los apellidos nos unen, hay lazos invisibles y profundos que tienen que ver con lo ancestral. Sin saberlo nosotros, aquí en Colonia Caroya y a pesar del tiempo transcurrido, a rrastramos, a veces, una carga liviana que llevamos con orgullo. Otras veces es tan pesada que da la impresión de que no nos deja avanzar. ¿Es importante que un pueblo mantenga, conserve las tradiciones? Sin lugar a dudas que lo es, pero también es importante que conociendo nuestro pasado proyectemos hacia el futuro”.
“Los que plantaron los plátanos -añadió Cargnelutti- en la avenida San Martín así lo hicieron y los que construyeron los canales de captación también. ¿Cuántas avenidas arbolamos después? ¿Cuántos canales construimos y conservamos con el celo de ellos? ¿A quién le preocupa la definición del perfil frutihortícola del artículo 75 de la Carta Orgánica?”.
Juan Pablo Prosdócimo, finalmente, y en nombre del grupo de jóvenes Ducj Insieme (todos juntos, en idioma friulano) también se refirió a la fecha: “Han pasado 133 años y todavía seguimos acá como tantos nietos e hijos de los que forjaron Colonia Caroya. Hoy, en su cumpleaños quiero agradecerle a la ciudad por lo que me ha dado y por tener la suerte de ser un vecino más de ella”.
“Sólo quiero -añadió Prosdócimo- volver un poco el tiempo atrás, mirando la fachada de lo viejo y lo nuevo desde una capillita, un sulky, o alguna casa paterna de un fundador hasta los nuevos edificios, locales comerciales, centros educativos y calles asfaltadas con vehículos último modelo que transitan nuestra Colonia. Pensemos sólo un momento en lo difícil que fue vivir en los primer tiempos. Aquí, con preguntarles a nuestros abuelos o padres podemos dar gracias por todo lo que tenemos”.
Prosdócimo continuó más adelante con un mensaje que parecía tener destinatarios directos: “En el 133 aniversario invito a todos a producir los cambios para ser una ciudad como la que ellos soñaron. Creo que no estamos lejos, sólo debemos comprometernos desde nuestro lugar, como ciudadanos hasta los que nos gobiernan. Porque así es como lo sintieron nuestros nonos, pensando en el futuro de sus hijos, en el trabajo, y la felicidad. Y ese futuro es el hoy, el día a día. Por ello, como aquellos que construyeron con manos, picos y palas nuestra historia, nosotros también seamos ejemplo para ser parte de la nueva historia de Colonia Caroya y que en un futuro los que vendrán sientan el orgullo de ser caroyenses no sólo por su vino, su salame, y sus plátanos. Como parte de Ducj Insieme mi deseo es que en este nuevo aniversario la comunidad cuide y respete su identidad, sus valores y sus raíces”.
Después de los discursos, vino una representación de los alumnos de sexto grado de la escuela República de Italia, quienes ofrendaron objetos y productos profundamente vinculados con la historia de la ciudad: baúles y valijas, frutos, pan, embutidos, y vino, entre otros.
Y las mujeres del Consejo Municipal de la Mujer ofrendaron una enorme torta a las instituciones y vecinos que se acercaron a celebrar.
Panorama Deportivo
133 aniversario
colonia caroya
daniel cargnelutti
escuela republica de italia
juan pablo prosdocimo
Otro tributo al pasado en el aniversario 133 de Colonia Caroya
Claudio Minoldo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario