El director de Producción Agrícola del Ministerio de Agricultura de Córdoba, Marcos Blanda, vino a entregar el cheque con el monto que había sido prometido a los productores vitivinícolas de Caroya para paliar las pérdidas que arrojó la cosecha anterior.El gobierno de Córdoba, a través de un funcionario de la cartera de Agricultura, vino esta semana a Colonia Caroya para entregar 150 mil pesos en subsidios no reintegrables a productores de vid.
El ingeniero agrónomo Marcos Blanda se refirió a la entrega de los fondos: “Estamos concretando el segundo pago porque la primera parte ya ha sido repartido entre los productores. Vamos a ser sinceros: la situación fue desastrosa, las pérdidas superan ampliamente estos 210 mil pesos pero es una manera de acompañar tanto a los productores como a la bodega ya que estamos viendo la cadena íntegramente”.
Blanda remarcó el aporte en caracter de no reintegrable que hizo el gobierno de Córdoba: “Es un paliativo y lo que intentamos hacer llegar es un mensaje respecto de que entre todos tenemos que trabajar para el beneficio del sector productivo, máxime teniendo en cuenta que el resultado del año pasado fue desastroso por cuestiones de enfermedades.
El aporte se realiza exclusivamente a los productores, en un número superior a los 60, aunque la solicitud de la ayuda haya sido formulada desde las bodegas y se hayan coprometido a oficiar de intermediarios. De hecho, el cheque por los 150 mil pesos fue recibido por La Caroyense que tendrá que depositarlo y, una vez que esté acreditado, extender cheques propios a cada uno de los viñateros que recibirán el subsidio, trámite que podría concretarse recién el próximo viernes 11 ya que lunes y martes es feriado y no hay actividad bancaria.
Respecto de la distribución, el funcionario provincial explicó que se utilizaron dos parámetros: por una parte el nivel de daños y, en segundo término, por la superficie de cultivos: “Se ha intentado ser lo más equitativamente posible en la distribución de los fondos para que vaya a los más daminifcados y, de acuerdo a la superficie porque, obviamente, las pérdidas son superiores”.
Lo único que no pudo explicar Blanda de manera convincente fue el porqué de haberse demorado tanto la entrega del subsidio que había sido prometido durante la anterior Fiesta de la Vendimia. Tuvo que reconocer la burocracia: “Estos son fondos públicos y había trámites jurídicos y administrativos que había que cumplimentar. Después de haber reunido toda la papelería de los productores y nos solicitaron una reformulación de la planilla desde el Tribunal de Cuenta que es quien fiscaliza los gastos y tuvimos que hacer todo de vuelta. Son todos trámites burocráticos que no acompañan los tiempos productivos pero que hay que cumplimentar para que los fondos públicos lleguen a donde tienen que llegar”.
Blanda rescató, como contrapartida, el nivel de cumplimiento que tuvo el gobierno de Córdoba para con las promesas que hizo a la actividad productiva de la ciudad, por caso, cuando se ofrecieron créditos blandos para la colocación de malla antigranizo.
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