Reiterando la tradición de los últimos años de no esperar hasta el 16 de mayo para distribuir utilidades, el Festival de Doma y Folklore decidió adelantar 500 mil pesos a las escuelas, el pasado 15 de marzo en la reunión habitual de los martes.
Sin pompa ni ceremonia, sencillamente se fue llamando a los presidentes de Cooperadora para entregarles los cheques respectivos. También, se les hizo entrega del acta 1308, del 27 de diciembre de 2010, en la que constan muchos de los datos de la pasada edición festivalera que sirven para mitigar la espera del cierre de balance del 31 de marzo.
Allí consta, por ejemplo, que ingresaron 393 mil pesos por la concesión de las parrillas, pulperías, y otros stands de venta de comidas y bebidas.
También surgen de allí los datos de los gastos de los números artísticos. Por ejemplo: Chaqueño Palavecino, $ 96800; Nombradores del Alba, $ 40 mil; Jairo, $ 50300; Piñón Fijo, $ 32 mil; Illapu, $ 30.430; Raly Barrionuevo, $ 27225; Luciano Pereyra, $ 60 mil; Los Tekis, $ 48 mil; Coplanacu, $ 22 mil; Soledad, $ 90750, Peteco Carabajal, $ 41750; Alberto Plaza, $ 80 mil; Coki Ramírez, $ 12 mil; Abel Pintos, 37480; y Nacho y Daniel, $ 25 mil, entre otros.
En concepto de entradas, la novedad más importante fue que el Festival recaudó cuatro millones de pesos, merced a las 135287 personas que ingresaron durante las diez noches.
Con ese panorama, la intuición de los organizadores es que la pasada edición podría arrojar utilidades récord. Sin embargo, la comisión fue prudente a la hora de los anuncios para no generar expectativas que luego no se vean satisfechas por las escuelas socias.
Al término de la reunión del pasado martes, el presidente Hugo Baldo hizo un balance provisorio de lo que dejó este enero: “Creo que todas las escuelas y todos los que estamos -que somos presidentes de Cooperadora- no vemos la hora de recibir algún dinero para empezar las clases cuando son los días más difíciles porque hay que empezar a mover cosas y no hay fondos para eso”.
El reparto sirvió para que las escuelas transiten estos primeros meses con tranquilidad ya que cinco establecimientos recibieron más de 30 mil pesos, otros seis recibieron entre 25 y 30 mil pesos, mientras que el lote mayor recibió entre 15 y 25 mil pesos. Sólo dos escuelas, por su tasa poblacional, recibieron menos de 15 mil pesos.
Respecto del balance provisorio que se puede hacer, Baldo se mantuvo cauto: “A los números todavía no los tenemos, realmente, pero sí estamos viendo por la proyección que van a ser bastante importantes. No sé decir qué porcentaje más que el año pasado pero, por supuesto, que vamos a repartir un poco más con seguridad”. Y añadió: “Si el año pasado repartimos 650 mil pesos, este año tenemos que superarlo como creo que, año a año, tenemos que irnos superando en todo. Estamos tranquilos y muy contentos porque vemos que hay una muy buena proyección”.
Baldo está culminando su mandato y el estatuto manda a renovar parte de la comisión, incluyendo el cargo de presidente. Respecto de la posibilidad de que continúe, él mismo señaló: “Este año termino mi mandato y lo que he dicho es que estoy dispuesto a trabajar para el Festival. Siempre digo que a mí no me hace el cargo porque si quieren que sea vocal de nuevo vengo y me pongo a trabajar. Hace desde el primer festival que vengo dando vueltas y formo parte de la comisión desde el festival 18”.
“Lo que les pido -agregó- es que me dejen venir como colaborador si es que no tengo lugar en la comisión o si alguno piensa que no servimos y nos tenemos que hacer a un lado. Sino tendremos que venir a verlo”.
En la reunión nuevamente sobrevoló la cuestión de que un mandato de dos años resulta insuficiente y, tal vez, uno de cuatro sea demasiado. Hace mucho tiempo que se plantea que un trienio sea la medida justa.
Aunque sin sed de revancha, Baldo no olvida que a su primer festival no lo pudo disfrutar demasiado porque tuvo que enfrentar la muerte de un jinete y el rosario de problemas que trajo aparejada esa fatídica noche.
“Pasamos las mil y una y yo no pude ver el festival del año pasado. Para mí, no había existido después de todo aquello. Este año, hemos acomodado las cosas y pudimos trabajar bastante más. Entonces, me digo ¡qué lindo sería aprovechar esto que uno sembró en un año más! aunque si me votan por otro período estoy dispuesto a afrontarlo”, indicó Baldo sobre su propensión a quedarse si se lo piden.
Baldo señaló también cuenta con el respaldo de los actuales miembros de la comisión y de la mayoría de los presidentes de cooperadoras: “Excepto aquellos que están comprometidos por razones políticas o los que no siguen por razones personales, el resto me ha dicho que quiere seguir. Hemos estado conversando y mucha gente dice que no tiene problemas en seguir trabajando como se ha estado haciendo este año”.
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