Junto al ballet del Mercosur presentó su espectáculo al aire libre ante un auditorio repleto de vecinos que colmaron la calle Córdoba y que lo aplaudieron a rabiar.
Tiene talento, tiene magnetismo, y tiene una condición física admirable para alguien que fuma demasiado (según se lo vio en la previa del evento). Además, su rol de malo, malísimo, en el programa de TV Talento Argentino lo ha transformado en un fenómeno popular. Por eso, no fue de extrañar que el público lo ovacionara después de cada intervención de su espectáculo que duró apenas algo más de una hora y que comenzó cuando sus bailarines (ocho en total) hicieron un set de folklore argentino de proyección.
Maximiliano Guerra conquistó a Jesús María en la celebración que lo tuvo como protagonista el pasado 8 de marzo, en coincidencia con el Día Intrenacional de la Mujer, y con una apuesta fuerte que hizo el gobierno de la ciudad que decidió desembolsar casi lo mismo que cuando trajo Mundo Alas al club Alianza (cerca de 100 mil pesos).
Estéticamente irreprochable, hubo quienes no supieron de antemano que no hacía un set clásico de ballet sino que navegaba por fusiones extrañas como, por ejemplo, bailar al ritmo del rock sinfónico de Emerson, Lake & Palmer (clásico de los años ´70) o como cuando propuso una serie de contorsiones gimnásticas con música hindú de fondo.
Una sucesión de imágenes antecedieron lo que sería la frutilla del postre: tango, un tango cuasi rockero, estridente, eléctrico, para dejar al público de pie, disparando flashes todo el tiempo, gritando, y aplaudiendo.
Guerra llegó a Jesús María un día antes de la actuación para supervisar la marcha de todo y para ensayar a la mañana del mismo día de la presentación de íntimo. Entonces, tuvo tiempo para una pequeña rueda de prensa donde se mostró como un tipo sencillo, como el pibe del barrio de Almagro que es.
Respecto de su relación con el público cordobés, el bailarín señaló: “Hace muchos años que vengo a Córdoba y la verdad es que siempre estuvo lleno el Teatro San Martín, siempre me recibieron con abrazos, con cálidos aplausos. Hice muchas cosas en Córdoba, estrené muchas obras, inicié muchas giras en Córdoba y eso les da la pauta a ustedes sobre cómo me llevo con el público cordobes. Es un público muy exigente y que tiene mucha experiencia en obras de teatro y de ballet y, sobre todo, es un público ávido por el ballet”.
Cuando se le señala que en el interior del interior no todos tienen un teatro, el bailarín opinó: “La idea es llegar a todos lados, haya o no haya un teatro. La gente siente el deseo de ver buenos espectáculos y hay brindárselos en el espacio que te toque, que puedan. No cambia en realidad porque hoy en día con la tecnología que hay se montan las luces, de monta el escenario y ya está”.
Guerra aprovechó también para referirse a la ocasión de su presentación, justo el Día de la Mujer: “La mujer tiene el lugar que le corresponde. Lo que tenemos que hacer es ver ese lugar porque la mujer es la que produce el milagro verdadero que es el nacimiento de nuestra raza. A partir de ellas es que se puede hacer. Hay que luchar por la no violencia hacia la mujer y eso se consigue desde el respeto y la admiración que uno le tiene que tener por el milagro que pueden conseguir y nosotros no”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario