“La ciudad y la ocupación territorial” fue el título de la conferencia que ofreció el arquitecto Juan Giunta esta semana donde ofreció pistas sobre cómo se organizó nuestra zona desde fines de 1800 en adelante y cómo es necesario reformular el próximo crecimiento.
¿Qué pudo establecer sobre el territorio en nuestra zona?
- La primera cualidad para establecer un territorio es disponer de agua. Si analizamos la historia de Jesús María y Colonia Caroya, las dos fijaciones tuvieron lugar por la existencia de un curso de agua permanente. La primera ocupación del territorio podríamos decir que fue la Estancia Jesuita que, a raíz de disponer de agua y tener un vínculo territorial como fue el Camino Real fijó el establecimiento de la Estancia. Ahí se dio una primera preparación del territorio para ser ocupado, bastante seignificativo y novedoso por algunos recursos que utilizaron los jesuitas. Con el advenimiento del ferrocarril, casi simultáneamente se dieron dos hechos sobre el territorio como fueron la fundación de Jesús María y la creación de la colonia agrícola en Colonia Caroya. Ahí, se dió una gran preparación del territorio y, prácticamente, después de eso no pasó más nada, pero esa visión que tuvieron algunas personas que trazaron la preparación del territorio para ser ocupado ha permitido hasta el día de hoy que Jesús María, Colonia Caroya y Sinsacate puedan alojar a toda la población que está rondando los 50 mil habitantes, pero ya empezamos a ver que este crecimiento está demandando nueva habilitación de tierras urbanas y tiene algunos problemas estructurales en función de algunos elementos preexistentes como son la traza del ferrocarril y la traza de la ruta 9 que tendrá que empezar reflexionar sobre de qué forma se van a resolver para seguir avanzando en la ocupación.
¿Cómo piensa que se pueden solucionar esos conflictos?
- En realidad, venir de externo y dar recetas creo que no es bueno. Las soluciones tienen que encontrarlas quienes viven los problemas. Lo que sí podemos es generar línea de reflexión y pensamiento sobre dónde hay que buscar la solución. Y, básicamente, es preparar el territorio. ¿Cómo se hace? Darle la infraestructura necesaria (agua, red cloacal, desagüe pluvial, red vial eficiente) y pensar cómo definir los usos de suelo de manera que el resto de la población a medida que se vaya incorporando vaya ocupando el espacio para tal fin. Ése es el desafío que tiene que abordar Jesús María con su propia impronta, necesidades, y sentimientos y que los actores de la construcción de la ciudad vayan tomando las decisiones porque no hay ciudad prestada, la hace quien la habita. Y para que suceda, tiene que haber ciertos consensos sociales para que eso se realice.
La ciudad de Córdoba siempre es una referencia para el interior pero hoy se la ve desordenada en su crecimiento ¿Eso puede afectar al interior?
- Quizás mi mayor tiempo de reflexión fue haber sido docente. Eso me dio un entrenamiento para visualizar problemas. Muchas veces cierro con algunas reflexiones con una actitud que hay que tener sobre la vida. Hay que pensar en lo ideal y hacer lo posible porque es preferible hacer lo posible hoy que lo ideal nunca, pero nunca hay que abandonar de buscar lo ideal. Con esa actitud podemos encontrar soluciones, quizás no del todo deseable, a los problemas. Obviamente que en los temas urbanos hay un problema de escala. Ustedes están al borde de romper la escala y aparecen problemas que hay que reflexionarlos. Están en un punto de inflexión donde los problemas para a ser críticos. Con un agravante: tienen todos los problemas, pero ningún recurso. Y tienen una responsabilidad que no puede eludir que es pensar cómo quiere que sea la ciudad y con eso saber qué pedir a los otros niveles de Estado para solucionar los temas.
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