El 10 de diciembre, el municipio envió una nota advirtiéndole que no realice tareas que afecten al inmueble. No tuvo respuestas.
El Concejo Deliberante de Jesús María le envió una carta al presidente y a los directores del Banco de Córdoba, que fue firmada por la totalidad de los concejales, en la que le trasmitieron su preocupación por el tratamiento precario que reciben la mayoría de los vecinos de la ciudad, “cautivos de concurrir a la sucursal local de la entidad para utilizar sus servicios”.
La misiva comienza con un durísimo reclamo sobre cómo se agravó la cuestión de la atención al público después de las mentadas reformas edilicias que no fueron autorizadas por el municipio local.
“Las personas que a diario perciben beneficios previsionales u otros de la seguridad social, los que pagan tasas, servicios, impuestos, créditos, aportes judiciales, realizan timbrados, abonan resumes de tarjetas de crédito-incluso la del propio banco-, depositan o extraen fondos de una caja de ahorro, perciben haberes, cobran cheques, entre tantos otros trámites, se ven obligados a realizar largas filas, esperar según los días, hasta cuatro horas a la intemperie soportando las más diversas inclemencias climáticas (calores extremos, lluvias, etc), sin sanitarios, en condiciones indignas, por no ser “clientes del Banco”, ya que los únicos privilegiados que reúnen esta condición son los titulares de cuenta corriente”, señala el texto que se hizo llegar a los máximos responsables del Banco.
“Los ediles –añade la carta- debemos velar por el bienestar de los vecinos de la ciudad, como de otros ciudadanos que de paso en ésta deben utilizar los servicios bancarios, que ven afectada su calidad de vida por la situación descripta la que ha hecho que se produzcan situaciones penosas tales como gente descompensada con problemas de salud, personas que no pudieron controlar las necesidades fisiológicas, enfrentamientos entre quienes esperan en el banco con los comerciantes vecinos a la entidad que ven afectada su actividad por la cantidad de gente en las veredas”.
La misiva fue acompañada con fotografías de las largas colas que se pudieron ver en el último mes.
Usuarios insatisfechos, patrimonio roto
Otro aspecto que los concejales jesusmarienses hicieron notar a las autoridades de la entidad fue que el artículo 42 de la Constitución Nacional prevé que los consumidores tienen derecho a la salud, la seguridad, “la calidad y eficiencia de los servicios públicos”, y a un trato equitativo y digno. La opinión es que todas esas garantías vienen siendo vulneradas en las circunstancias antes descriptas. Y como refuerzo, mencionaron el artículo 8 bis de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor cuando se refiere al "trato digno", y exige “garantizar las condiciones de atención y trato digno y equitativo a los consumidores y usuarios” co-mo también “abstenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias”.
“Sin perjuicio de lo relacionado precedentemente, llevamos a vuestro conocimiento que el área pertinente de la Municipalidad no ha recibido informe alguno en cuanto a las modificaciones edilicias que se están realizando en la sucursal local, pese que ese edificio ha sido declarado de interés municipal por Ordenanza N ° 2768 del 08 de Mayo de 2008, por su valor patrimonial para la ciudad, (otros inmuebles antiguos que han sido intervenidos han comunicado la realización de las reformas y la finalidad de las mismas aún sin estar declarados de interés municipal)”, expresaron los concejales sobre el final de la misiva.
La última advertencia formulada por los ediles se vinculó a la necesidad de la entidad bancaria de revisar y regularizar de inmediato la situación planteada, bajo reserva de formular las denuncias y acciones pertinentes ante la falta de solución.
En el municipio, nada
Con fecha 10 de diciembre, se le cursó una misiva al gerente de la sucursal Jesús María del banco, Fernando Smutt con el siguiente texto: “En vista de las refacciones que se están realizando en el edificio del Banco de Córdoba y no habiendo recibido ninguna documentación para evaluar las tareas a realizar, teniendo en cuenta que ese edificio fue declarado de `Interés Municipal y Componente del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico´ por ordenanza Nº 2768, le solicito tenga bien a informar a la brevedad al municipio sobre las intervenciones que se llevan a cabo y abstenerse de realizar tareas que afecten el inmueble en lo referente a detalles constructivos que hacen al estilo original del mismo”.
20 días después la respuesta del Banco a la requisitoria municipal fue: nada. Las obras se hicieron, ya no son visibles algunos bienes muebles de presumible gran valor, y se habilitó la nueva parte reformada con ingreso sobre calle Kennedy.
¿Fue prepotencia de la entidad bancaria? ¿o fue pereza municipal que no se hizo presente durante el tiempo en que se hicieron las obras, y a la vista de todos, para detener la intervención?. ¿Ambas cosas?
¿Habrá alguna forma de revertir lo que ya se hizo o de evitar que vuelvan a cometerse errores de comunicación que sigan afectando el patrimonio de todos los jesusmarienses?
Ojalá que este hecho sirva de aviso para que el municipio esté más atento.
Me parece importantísimo la nota de los consejales,( donde fueron a parar esas puertas de entrada que en otro pais serían exibidas como piezas de arte) pero ni a eso lo tienen en cuenta en nuestro pais no se respeta la ley que es lo fundamental para el desarrollo de toda actividad.Los clientes vip,no existen, existen los "intereses vip", como los pobres jubilados no les dan ningún redito (coimas), que esperen horas...Hagamos una manifestación de todo el pueblo, acabemos con esta dictadura del consumismo.Cachi Echarri
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