Aunque la inauguración oficial se realizará a mediados de febrero, presentaron a amigos y autoridades el nuevo hotel que edificó la familia Mizzau sobre la calle Almafuerte.
Los hermanos Julio y Víctor Mizzau compartían una larga tradición en el negocio de los muebles y artefactos del hogar y compartían, también, el sueño de darle a Jesús María un nuevo hotel, una suerte de reserva para los años en que tuvieran que dejar la mueblería a los sucesores.
Lamentablemente, Julio falleció cuando el sueño estaba a mitad de cumplir y fueron sus hijos y esposa, Inés Farías, quienes se dieron ánimo junto a Víctor para terminar lo que habían proyectado.
Ésa es la razón por la que el Hotel Jesús María demoró tres años en construirse. Esta semana, fue habilitado con motivo del Festival de Doma y Folklore y se presentó en sociedad a la familia, a los amigos, las autoridades, y los medios de comunicación. La inversión: un millón de dólares.
La construcción está en un 99 por ciento ya que restan algunos detalles de lo que serán las habitaciones VIP
“Hemos hecho un esfuerzo muy grande con mi cuñada para terminarlo y ofrecerlo para estos días. Fue un sueño que habíamos tenido con mi hermano que lamentablemente falleció y decidimos hacerlo aunque no estábamos en el rubro. En su momento, decidimos hacer algo bien hecho, algo que quede bien prolijito”, señaló Víctor Mizzau sobre el emprendimiento.
El Hotel Jesús María tiene 1300 metros cuadrados cubiertos y 21 habitaciones, cuenta con un solarium, pileta en la terraza, una sala equipada con bicicleta y cinta de caminar. Alojarse en el hotel tiene un costo de entre 250 y 300 pesos ya que las habitaciones cuentan con frigobar, y pantallas de LCD, entre otros servicios.
El arquitecto Dante Guyón fue el encargado de diseñar toda la parte del lobby del hotel, los baños para la sala de reuniones del primer piso, y las dos habitaciones VIP. En la primera etapa, al arquitecto Ariel Asís le había sido encomendada la tarea del diseño arquitectónico del hotel.
“Pretendemos que el hotel, cuando se categorice, sea un hotel de cuatro estrellas. Por las comodidades que tiene y los servicios que brinda, me parece que cuatro estrellas sería una opción interesante para apuntar y es a lo que Víctor e Inés quieren apuntar”, señaló Guyón sobre la intención de catergorizarlo.
“En realidad –añadió Guyón- tenemos un lugar importante en Jesús María donde se puede destacar la ciudad. Jesús María se merecía un emprendimiento como éste”. Las posibilidades de que el Hotel Jesús María encuadre en esa categoría depende de muy pocos aspectos, entre ellos, que cuente con los servicios de un cheff y un restaurante.
Vale destacar no sólo el buen gusto en el diseño arquitectónico del hotel sino la calidad de los materiales utilizados, en pisos, paredes, y artefactos. El bar es realmente un espacio muy agradable al que quieren convertir en un lugar de encuentro, teniendo en cuenta que de ese lado de las vías del ferrocarril las opciones son más bien escasas.
Quienes compartieron junto a la familia Mizzau la habilitación del espacio -ya tenía reservas de pasajeros para las noches del Festival- se mostraron gratamente sorprendidos y las felicitaciones se fueron multiplicaron a lo largo de la noche del pasado miércoles.
Porque, en definitiva, se trata de una inversión que se generó en Jesús María y a la propia ciudad volvió. Huelga decir que había necesidad de una hotelería de nivel en la ciudad, tan necesaria como sumar más camas a la oferta hotelera.
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