Miguel Patat, Sergio Londero y Rubén Pons, premiados en la IV Cata Nacional de Vino Casero

Los premios se entregaban este fin de semana en San Juan. Los productores de Colonia Caroya volvieron a ratificar el buen momento de la vitivinicultura cordobesa al obtener medallas de oro y plata por sus vinos artesanales.


La Asociación de Elaboradores de Vinos Artesanales (AEVA) recibió 137 muestras de vino de todo el país para la realización de la IV Cata Nacional de Vino Artesanal. De ese total, se decidió entregar 24 medallas de Plata, 15 medallas de Oro y 3 de Gran Oro.
La buena noticia para los productores de Colonia Caroya es que los vinos producidos íntegramente en nuestra zona merecieron premios en el concurso. Tanto Miguel Patat -que recibió premios en las tres ediciones anteriores- como Rubén Pons y Sergio Londero recibieron distinciones por sus vinos.
Patat recibió una medalla de plata por su malbec 2012 con roble con la marca Familia Patat y una medalla de oro por un cabernet-malbec 2012 con roble  con la marca Aurelio. Por su parte, Pons recibió una medalla de oro por un cabernet 2012 con madera con su marca RP. Y Sergio Londero recibió una medalla de plata por un malbec 2012 con su marca Don Fabio.
Todos estos productores forman parte del grupo Pro Vid de Cambio Rural del INTA y del Consorcio Terruño Córdoba.
Patat destacó el buen momento de la vitivinicultura caroyense como plataforma para promover los vinos que se hacen en Córdoba: “Que te premien en un halago pero, al mismo tiempo, una responsabilidad muy grande porque hay que seguir mejorando para no perder el concepto que vamos ganando. Esto no es un premio individual sino un logro grupal porque no hubiésemos logrado premios solos. Es una consecuencia del trabajo en el Pro Vid, en Terruño Córdoba, y a compartir experiencia para hacer una uva de muy buena calidad”.
Cuando comenzó todo, costó que los productores de uva comprendan que para un vino de mejor calidad era necesario no “cargar” tanto la planta con tantos racimos. Aun hoy, la mentalidad que privilegia cantidad por calidad persiste, aunque Patat señaló estar en la búsqueda de un punto medio: “Lo difícil es conseguir un equilibrio. A nuestros vinos todavía no podemos ofrecerlos en el mercado a 100 o 150 pesos para lo que habría que ralearles 6 o 7 mil kilos por cada hectárea, pero hay que encontrar ese equilibrio para poder hacer un muy buen vino con una cantidad acorde de racimos. En nuestra quinta, ese equilibrio anda entre los 13 o los 15 mil kilos por hectárea que no da para hacer un vino tan caro, pero en algún momento debiéramos apuntar a eso”.
La reconversión vitivinícola cumplió 15 años y demostró que está rindiendo los frutos que se esperaba en la producción de uva y elaboración de vino.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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