Los 400 años de la UNC pasaron por Jesús María de la mano de la rectora Carolina Scotto

El municipio de Jesús María y y la rectora de la UNC, Carolina Scotto, rubricaron un acuerdo marco de cooperación a través del cual esa casa de estudios brindará asesoramiento técnico y capacitación al municipio, en áreas vinculadas a la participación e inclusión social.

“El deber de la Universidad pública, que es de todos, pasa no sólo por enseñar e investigar, sino acercar todo ese capital acumulado a la sociedad. El proyecto SUMA 400 nos permite organizar, estimular y facilitar esa cooperación”, señaló la rectora minutos después de rubricar el convenio con Jesús María y minutos antes de ofrecer una disertación a propósito de los 400 años de la Universidad y en coincidencia con los 139 años de Jesús María.
Scotto desarrolló durante un poco más de 31 minutos, una aproximación a la importancia de ejercitarse en la memoria: “Es natural que debatamos sobre la significación de determinadas figuras o de determinados procesos en la conformación de la identidad de una institución o de una comunidad. Creo que cuando hay discusión sobre el pasado, lejos de estar en problemas como comunidad presente, estamos más vivos, justamente por la importancia que le damos a la visión acerca de quiénes somos, en función de dónde provenimos, en virtud de qué procesos esta comunidad piensa que es en el perfil que tiene o que otro podría tener”.
La rectora señaló que les pareció que los 400 años de historia de la Universidad era una oportunidad propicia para revisar todo lo que aportó la casa de altos estudios en la conformación del perfil cultural, político, e institucional que nuestro país tiene hoy.
“Para los griegos -añadió Scotto- el exilio, la expulsión forzada de la tierra era el peor castigo imaginable para el ciudadano. Esa idea está directamente ligada al grado de apego y de sentido de pertenencia que alguien siente con su propia tierra. Entre los que se tuvieron que ir por diferentes motivos de su propia tierra, ninguno de ellos pudo evitar un sentimiento de pérdida irreparable por estar lejos de donde ha nacido, de donde ha aprendido los valores, los objetivos, los proyectos que exceden en mucho al propio individuo y a la propia familia. Tienen que ver con el sentido de pertenencia a una historia que a todos nos excede y que cuando somos jóvenes no percibimos de qué manera nos conforma, nos identifica como sujetos sociales y que no se pierde jamás”.

Esfuerzo de memoria
La rectora de la UNC razonó que ese sentido de pertenencia suele ser menos fuerte cuando se cultiva menos la conciencia de la propia identidad, cuando se desarrolla más débilmente ese esfuerzo de memoria que no es, necesariamente, un esfuerzo de conocimiento histórico. Es algo más complejo y es necesario revitalizar.
“Los historiadores distinguen entre estudios históricos como ciencia de los estudios que se llaman de memoria que no necesariamente coinciden con el exaustivo y riguroso conocimiento de los hechos del pasado. La memoria es una trama en la que cada uno de nosotros tiene una parte activa e inevitable que cumplir. Uno frente a los procesos de memoria no es un mero lector de un libreto ajeno en el que uno funciona como un observador, como un intérprete. Un esfuerzo de memoria involucra al propio sujeto que reconstruye ese pasado personal que, en definitiva, es nuestra propia identidad como personas”, manifestó Scotto.
Todos como comunidad debiéramos esforzarnos en tener y desarrollar, y fortalecer el esfuerzo de memoria colectiva, aportó sobre ese tema la rectora.
“Comunidades como Jesús María -agregó- que tiene ya casi  140 años y que tiene un pasado casi tan extenso como el de nuestra Universidad porque la presencia jesuítica en Jesús María data de 1618 y fue ésta una provincia jesuítica importantísima desde el punto de vista productivo, cultural, del proyecto evangelizador, y del particular vínculo que los jesuitas hicieron con las comunidades originarias, sin dudas dejaron un sello muy fuerte en esta comunidad que otras comunidades no tienen porque carecen de ese pasado, de esa historia, y que terminan de un mapa para Córdoba muy diferenciado. Las regiones no son sólo comunidades que están cerca físicamente. Es mucho más. Es una comunidad de historia, de lazos institucionales, económicos, demográficos, culturales, productivos”. Y concluyó: “Todo el esfuerzo que hagamos cada uno de los ciudadanos y cada una de las organizaciones y las instituciones preocupadas por lo público que somos cada vez más, debe incluir en la agenda de nuestras preocupaciones esto: una conmemoración no es un acontecimiento para poner flores en la plaza o para izar una bandera o repetir una ceremonia obligada. Es muchísimo más que eso. Es la oportunidad para una reflexión colectiva en la que somos actores cada generación, cada individuo, y cada sector de la comunidad que debe convertirse en un actor que interpela ese relato que recibimos”.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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