Jorge Silvestri, Danilo Fantini, y Federico Uanino decidieron contratar al asesor número uno de nuestro país en materia de vitivinicultura, Marcelo Casazza, para elevar la calidad en la elaboración de sus propios vinos artesanales.
Casazza asesora en nuestro país a cerca de 30 empresas, entre ellas, a Bodega Bressia, Renacer, SinFin, Carmine Granata, Urraca Wines, Familia Cassone, Jean Bousquet, Ghestin Wines, Cinco Tierras, Finca 8 y Poesía. Además, tiene clientes en España y Hungría y pronto los tendrá en Chile y Australia. Casazza cree en el potencial de las viñas y los vinos caroyenses.
Durante el invierno 2011, por motu propio llegó a Colonia Caroya Marcelo Casazza, un ingeniero agrónomo especializado en vitivinicultura que tiene un currículum escalofriante. Su foja de servicios incluye haber pasado por bodegas Chandon, Salentein, y Peñaflor y desde 2004 es asesor independiente. Las 30 mejores bodegas de Argentina se cuentan entre sus clientes.
¿Qué vio en Colonia Caroya, entonces? Sencillamente, potencial. Quedó maravillado por lo cuidado que están los viñedos locales y por la buena calidad de la fruta. Llegó para la época de la poda y se fue convencido de que lo iban a contratar. Tan seguro estaba que lo anunció en la revista 13 grados señalando: ‘mi próximo asesoramiento va a ser en Córdoba’.
Cuando Danilo Fantini, Federico Uanino, y Jorge Silvestri le dijeron que querían contratarlo, esbozó una sonrisa, y les mostró el ejemplar de la revista en la que había hecho el anuncio.
Así es Casazza, muy seguro de sí mismo y esa seguridad se traduce en confianza para el grupo. Con él, realizaron la primera planificación estratégica de ciclo completo (de poda a poda) e iniciaron un proceso que concluirá con la elaboración de un vino de alta gama que estará listo en 2013 y que tendrá todos los estándares de un vino premium (fermentación controlada en acero inoxidable, añejamiento en barrica de roble, entre otros ítems).
Lo importante es que todas esas mejoras también se aplicarán en los vinos artesanales que elaborarán los productores involucrados a partir de este asesoramiento. Los Uanino todavía no tienen nombre propio para su vino, pero vienen experimentando desde hace años y aguardan el momento de aparecer en el mercado.
Jorge Silvestri anunció que eleborará en la siguiente cosecha, un vino blanco (sorpresa), un pinot-merlot, un cabernet, un merlot, y un frambua todos bajo el nombre comercial Don Coco.
Y Danilo Fantini con sus vinos Riulat continuará la senda de sus varietales puros como merlot y cabernet, aunque en la próxima temporada podría añadir un syrah.
Lo que hicieron estos productores es un ejemplo de asociativismo ya que la inversión que representa tener como asesor a Marcelo Casazza es muy importante. Paralelamente, es un claro indicador de que existe en nuestra zona un grupo de vitivinicultores que quieren llevar a Colonia Caroya a los estándares más altos en la elaboración de vinos, apelando a la innovación y a la mejora tecnológica.
Tienen a favor que la mayoría viene trabajando en experiencias asociativas desde antes, citando por ejemplo, los 7 años que llevan integrando el grupo Pro Vid de Cambio Rural del INTA, y el año que llevan como parte del Consorcio Terruño Córdoba que nuclea a los elaboradores de vino casero de Córdoba. Sin contar, el antecedente valioso que fue intercambiar experiencias con otros colegas desde 1997 cuando se trajeron las primeras viñas finas de Italia para iniciar el proceso de reconversión vitivinícola caroyense.
15 años después de aquello, parece haber llegado el momento para un nuevo salto de calidad en un movimiento tan audaz que promete revolucionar la elaboración de vinos por estos pagos.
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