No deja de ser alentador que un grupo de chicos y chicas que va de los 15 a los 21 años piense una ciudad desde sus propias necesidades y sobre las necesidades que ven para otros sectores. No hay que olvidarse que fueron los “concejalitos” quienes propusieron hace algunos años la realización de una campaña en contra de la discriminación con el apoyo de los comerciantes o que gestaron proyectos para una ciudad inclusiva que derivó en algunos proyectos para las personas con discapacidad que todavía se deben continuar.
Lo cierto es que desde el lanzamiento del programa, la juventud no ha dejado de interpelar al mundo adulto desde una perspectiva de sujetos de derecho que pueden tener menos experiencia pero iguales derechos, ni más ni menos que los grandes.
Pero dejemos que ellos lo digan. Fabricio Ridissi participa de este espacio por segundo año consecutivo, va a cuarto año del IPEM 272 y le confió a este semanario sus expectativas: “Del año pasado rescato valores. He visto muchos valores y me han dejado muchos valores como la responsabilidad que uno va desarrollando, y el compromiso que sería el valor más importante para mí”.
Sobre sus expectativas para el año en curso, el joven añadió: “Ojalá que podamos trabajar igual que el año pasado porque se mostró a los adultos que hay jóvenes comprometidos y que de verdad quieren hacer algo, no que vienen a figurar como muchos otros piensan”.
Ridissi rescató la valía del espacio y se pronunció a favor de promoverlo aún más porque después de siete años sigue habiendo chicos que no conocen de su existencia.
Valeria del Valle González tiene 18 años y participará por cuarto año consecutivo del espacio, de modo que tiene gran experiencia sobre la historia del Concejo Juvenil. “Desde que empecé hasta ahora hubo un gran cambio, especialmente en la convocatoria a los chicos que se interesan más por el grupo, por el espacio, y por la ciudad. Vemos que cada vez los proyectos son más fuertes, más importantes y como que estamos logrando hacer más conocido el Concejo”, señaló la jovencita.
Respecto de si los adultos reconocen el trabajo de esta franja etárea, González opinó: “Creo que sí. Ya no pasamos inadvertidos. Somos como la piedrita en el zapato porque le reprochamos varias cosas, le ponemos en claro varias cosas y le ponemos en claro nuestra inquietudes que vemos en la ciudad y que creemos que hay que cambiar un poco”.
Durante el acto de jura de los concejalitos, el intendente Marcelino Gatica les dirigió unas palabras instándolos a trabajar con libertad pero sin perder la alegría.
“La idea es que ustedes debatan sobre lo que quieran dentro de un marco de respeto, de seriedad, pero también de rebeldía y alegría. No es el Concejo Juvenil un espacio acartonado y aburrido donde tienen que ir de traje. Sean ustedes, discutan ustedes, propongan lo que ustedes quieran y vean la ciudad con sus ojos. Propóngannos ustedes qué quieren para la ciudad en la que ustedes viven”, les sugirió el jefe comunal.
A su turno, la presidenta del Concejo Deliberante de la ciudad, Marcela Colombo, añadió: “Me siento súper identificada con ustedes y me retrotraigo en el tiempo varios años porque fue justamente a la edad de ustedes y recién iniciado el proceso democrático cuando empecé a participar en esto de las políticas públicas, cuando no me sentía identificada con mi centro de estudiantes y empecé a participar en una organización de estudiantes secundarios en un partido político”.
“Me siento orgullosa porque, en una época en que le vivimos reprochando a los jóvenes que no participan, que son apáticos, que son indiferentes sin educarlos con el ejemplo, verlos acá comprometerse, participar, opinar, y de buscarle solución a los problemas que hacen a la ciudad es motivo de orgullo”, redondeó la concejala.
Finalmente, el coordinador del área de Júventud, Eduardo Pereyra, instó a los concejales juveniles a trabajar duro: “Es un espacio donde vamos a estar durante todo el año construyendo ciudadanía. La idea es que generemos políticas públicas destinadas a los jóvenes donde podamos tener una voz y un voto en la construcción de la realidad. La tarea es caminar preguntando para tratar de sentar ideas y propuestas”.
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