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El justicialismo de Jesús María tuvo dos ganadores: uno legítimo y otro legal

En cantidad de votos se impuso César Monte pero por ley de lemas el ganador fue Lucas Torres. La disputa ahora es por la presidencia del partido y por la candidatura a intendente. Monte amenaza con despojar a Torres.

Hecha la ley, hecha la trampa. Terminó la elección primaria del Partido Justicialista de Jesús María con un intríngulis legal: en cantidad de votos resultó ganador César Monte con 649 votos, seguido del ex intendente  Lucas Torres con 624 votos.
Pero como Torres iba en uno de los sublemas de la Lista 10 junto con Adriana Seculini, y Fabián Sánchez, en la sumatoria resultó ganador ya que los tres  sublemas sumaron 1327 votos.
Con este resultado, tanto Torres como Monte tienen 6 consejeros; Adriana Seculini, 4 consejeros; y Fabián Sánchez, 1 consejero. De la elección de los consejeros depende quién será el próximo presidente del circuito Jesús María.
¿Cómo queda el partido entonces? Pues, en la necesidad de acuerdos internos para que se puedan zanjar las diferencias entre los legítimos vencedores y los que vencieron por imperio de la ley de lemas.
Supongamos que Monte no quiera que Torres sea el próximo presidente del PJ local. Le bastaría con ofrecerle sus votos a Seculini para que ella siga siendo presidenta y que Torres se quede sin nada (y él tampoco). En el estado de ánimo actual, una alianza de esa naturaleza no se descarta.
Vale recordar que Seculini intentó por todos los medios consensuar una lista de unidad, incluso proproniéndole a Torres que él encabezara esa lista. Hubo varias reuniones en su casa, pero la idea no prosperó. El resultado fue que aparecieran cuatro listas en lugar de dos.
A sabiendas de que sus cuatro consejeros son vitales para resolver el problema de la autoridad partidaria, Seculini ha preferido cruzarse de brazos y esperar a ver cómo se cristaliza un acuerdo entre Torres y Monte. Está claro que Torres quiere ser presidente del PJ jesusmariese. Tan claro como que Monte quiere ser el próximo candidato a intendente del partido en la ciudad. Pero la idea de un enroque parece tan alejada como Argentina de Kasajistán.
¿Lograrán resolver las antinomias? ¿Se enfrascará el partido en las históricas disputas que lo han alejado del gobierno por 12 años? ¿Tendrá la capacidad Torres de reunificar al partido como viene preginando desde antes de la campaña por la interna?.
Por el momento, los medios de comunicación locales han señalado a Torres como el sucesor de Seculini y, por tal motivo, Primer Día acudió al entrevista con el ex intendente, con el único justicialista que gobernó Jesús María desde el retorno de la democracia.
“Estamos esperando instrucciones de la Junta Electoral para resolver. De cualquier modo, estanos manteniendo reuniones informales para empezar a usar la inteligencia y la racionalidad y empezar a ver qué punto de vista tienen los compañeros que han estado en las distintas listas. En esta elección tan reñida no existe otra posibilidad para el peronismo de Jesús María que ir unidos”, consideró Torres sobre el resultado del domingo pasado.
Sobre la aparición de Monte y el espaldarazo que parte de los afiliados le dieron, Torres fue más escueto en la consideración: “Creo que la realidad es la única verdad. Hoy (por Monte) es una realidad política con quien hay que dialogar y ver cómo se consensua poder estar todos juntos”.
En relación a la elección del próximo intendente, ratificada para el domingo 7 de agosto, y sobre las posibilidades de posicionar a un candidato justicialista, el ex intendente reiteró que deberían reunir información a través de una encuesta lo más amplia posible y, paralelamente, compararla con alguna de las encuestas oficiales que se realizan periódicamente para que no se de lugar a la suspicacia. La intención, en el caso de la encuesta privada, es que cada fracción haga los aportes necesarios para poder contratar a una consultora “seria”, imparcial, y sobre la que haya común acuerdo.
Torres insistió en que la única posibilidad que existe de que él vuelva a encabezar una lista como candidato a intendente es si, una vez realizadas las encuestas, aparece con una intención de voto muy superior a la del resto de los aspirantes. De otro modo, declina como candidato y se queda en la presidencia del partido (si así lo resuelven los consejeros) con la misión de unificar a un partido que no ha dado muestras de verdadera unión desde 1995.
“Yo creo que hay otras alternativas a una posible candidatura mía como intendente. Hay que buscarlas. Quisiera colaborar para ir unidos y, sobre todo, que recobremos el afecto que es necesario para hacer una campaña. No puedo esbozar proyectos políticos ni trabajar con quien tenga antipatía”, razonó Torres.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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