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En 27 años, los bosques se redujeron el 40% en las Sierras Chicas

La intensa y cada vez más acelerada pérdida de bosques nativos constituye uno de los problemas ambientales más críticos. Las Sierras Chicas son uno de los ecosistemas más deteriorados, afectado por el sobrepastoreo, la tala, los recurrentes incendios y el avance descontrolado de la urbanización. 

La pérdida de los bosques es un dramático problema de conservación en la provincia, tanto por sus efectos como por la velocidad con la que se produce. “Hay que esperar que los mejores bosques desaparezcan rápido. No hay montes superiores a éstos, pero solo sobrevivirán en áreas inaccesibles y montañosas. Sierras rapadas, serán el entorno de un paisaje conformado por casas mezcladas con yuyales bajos y sin árboles”, sentencia el Doctor en Biología, Enrique Bucher, miembro de la Academia Nacional de Ciencias y Director del Centro de Zoología Aplicada de la Universidad Nacional de Córdoba.

Deforestando a lo africano 
El biólogo Gregorio Gavier realizó un informe publicado por la Academia Nacional de Ciencias, donde advierte que, durante el período 1970-1997, se perdió el 40% del bosque en las Sierras Chicas. El área de estudio está situada en el departamento Colón e incluye a Mendiolaza, Unquillo, Río Ceballos y Salsipuedes e indica que, en el caso de la llanura, la tasa de deforestación es comparable al 4% experimentado en Costa de Marfil, África. Entre 1970 y 1997 desaparecieron 5.758 hectáreas de bosque en el área de estudio. Las superficies con mayor deforestación fueron taladas para realizar loteos y se encuentran en los alrededores de Río Ceballos, Salsipuedes y El Pueblito.
Daniela Tamburini, bióloga del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables (CERNAR) de la UNC señala que: “En Córdoba, el valor tradicional de la tierra, aumenta cuando está libre de bosque, como si la vegetación autóctona significara una desmejora”.
Acerca de los resultados del informe, Bucher es concluyente: “Producimos documentación objetiva, ya que siempre se discute si hay deforestación o no; en este caso, hay suficientes elementos de juicio, a través de las fotos satelitales, que ofrecen datos irrefutables. La deforestación es un proceso que esta acelerándose y en Córdoba, tenemos una tasa anual cercana al 3%, tan alta como la del Amazonas”, explica el Doctor Bucher.
El especialista, explica que La eliminación masiva de bosques afecta la calidad de vida de los pobladores: “Sus efectos incluyen la pérdida de recursos forestales, paisajísticos, alimentarios, genéticos y compuestos de uso medicinal. La deforestación produce, además, alteraciones en el clima y en los regímenes hidrológicos, erosión y pérdida de suelo”, señala el experto. Esto, lleva a la pérdida de suelo fértil y un mayor escurrimiento superficial, acelerando la eutrofización de diques como el de La Quebrada, lo que afecta la aptitud del agua para el uso urbano y agrícola.

Detrás del árbol, poco bosque 
Aún sin ser totalmente eliminado, el bosque fragmentado, pierde la capacidad de albergar a muchas especies, lo que implica el riesgo de extinción de algunos animales y plantas. Bucher indica que el bosque va quedando reducido a segmentos aislados: “A medida que aumenta la fragmentación muchas especies animales se pierden, porque necesitan grandes áreas para vivir, aunque no desaparezca todo el ecosistema”.
De acuerdo al escenario elaborado por este equipo de biólogos, en el año 2020 el bosque se reduciría a menos de la mitad de la superficie que ocupaba en 1970. El paisaje, entonces, estará dominado por áreas urbanas extensas y continuas, alternando con vegetación baja y el bosque nativo quedará reducido a fragmentos aislados.
Un segundo nivel de degradación, implicará la erradicación total del bosque nativo, donde no existirán alternativas, económicamente y ecológicamente viables, para recuperarlo. “A menos que se tomen medidas drásticas, el futuro del bosque serrano es incierto”, diagnostican los científicos. Si continúan las actuales variables, los especialistas indican que es improbable que el deterioro del bosque de las Sierras Chicas pueda detenerse. “Consideramos prioritario planificar y ordenar el crecimiento urbano en la región, desarrollando medidas para frenar y revertir la pérdida.” Para ello, sostienen que hay que asegurar el cumplimiento de las leyes que protegen al bosque, incluyendo la compensación económica por servicios ecológicos, tales como la captación de agua para las cuencas hídricas que abastecen a las poblaciones de la región.

Fuente: Daniel Díaz Romero - Sala de Prensa Ambiental
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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