Por: Alejandro Bustos*
* Periodista, conductor de “Arde la ciudad” que se emite de lunes a viernes de 9 a 14 por Radio Jesús María.
Con motivo de celebrarse el 7 de junio el Día del Periodista, le solicitamos a un colega que describa cómo es el ejercicio profesional en nuestros días.
El mundo ha cambiado a partir de la irrupción de Internet. Para bien en muchos casos y para mal en algunos otros, nuestra vida ya no es la misma desde que el planeta está a nuestro alcance. En hechos, noticias, informaciones y redes sociales, estamos a un clic de distancia.
Hoy, vivimos inundados de información y conectados a lo que pasa en nuestra provincia, en el país o en el rincón más recóndito del planeta. Estás a un clic de distancia de saber lo que pasó en Australia, viajás en segundos por África y volvés a nuestra realidad local con la misma rapidez
Sin embargo, mucha información no significa más comprensión. Todo lo contrario.
De allí que considere que el periodismo actual requiere de un mayor compromiso y responsabilidad a la hora de informar; es decir, los periodistas de hoy tenemos cada vez más herramientas para comunicar nuestra visión sobre lo que pasa y es realmente muy bueno para todos.
Pero esta posibilidad que tenemos los profesionales no debe obnubilarnos y hacernos perder de vista nuestra función en la sociedad. El compromiso con la verdad, la posibilidad de hacer pensar y saber ocupar el lugar que nos corresponde deben ser premisas que deben guiar nuestra tarea diaria.
La rapidez de la red de redes y la posibilidad de comunicar para cualquier persona hoy, nos exige un doble compromiso como responsables de llevar mensajes claros a nuestros oyentes, televidentes y lectores.
Está claro que la tarea para los periodistas nunca se va a acabar, por más posibilidades y medios de comunicación e información a los que la gente tenga acceso.
En la medida en que sigamos creyendo que podemos colaborar con la sociedad contando lo que pasa, dejando pensar y no actuando como jueces o dueños de la verdad, nuestra labor será siempre útil.
Hoy -y asumo la responsabilidad que me toca- muchas veces comunicamos más la realidad que nos cuentan, que nos dicen y que pocas veces llegamos a ver.
Esta falencia, que por diferentes motivos nos impide retratar lo que ocurre con el debido contacto con lugares y personas, debe cambiar.
La credibilidad que aún la sociedad deposita en nosotros y de la que, lamentablemente, carecen nuestras instituciones y dirigentes, tiene que comprometernos a hacer y dejar pensar en cada información. Y a pesar del pesimismo actual, seguir insistiendo en que no hay mejor sistema de gobierno que la democracia.
Como periodistas es nuestra obligación saber ocupar el lugar que nos corresponde y contar lo que pasa con independencia y honestidad.
El compromiso con la verdad es nuestra premisa y esto no está en Internet ni a un clic de distancia…. está en nuestra actitud y responsabilidad como profesionales.
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